Con la humildad que lo caracteriza, el papa Francisco celebró este sábado una misa, en la propia Plaza de la Revolución de Cuba, con frases que retumbaron en los corazones y en el espíritus de los miles de fieles que se congregaron para escuchar las palabras del pontífice, en su segundo día de la visita que celebra en la isla.
Ante casi un millón de personas, incluidos 3.500 invitados oficiales, entre los que destacan el presidente cubano, Raúl Castro, y la mandataria argentina, Cristina Kirchner, el papa pidió a los cubanos cuidar y servir de modo especial a los más frágiles.
El mensaje de Francisco fue fuerte y claro: «Quien no vive para servir, no sirve para vivir».
«La importancia de un pueblo, de una nación, la importancia de una persona siempre se basa en cómo sirve a la fragilidad de sus hermanos», apuntó. El servicio nunca es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas»
El Papa defendió el concepto del «servicio» a los demás pero alertó contra la tentación de querer beneficiar «a los «míos» en nombre de lo «nuestro»», porque, señaló, eso puede generar una «dinámica de exclusión»
El obispo de Roma hizo una apología de las virtudes del pueblo cubano. Es un pueblo, dijo, al que le gusta la fiesta, la amistad y las cosas bellas.
Cuba, agregó el pontífice, tiene una profunda vocación de grandeza.
Entre sus palabras envió un mensaje a Colombia y al respecto dijo: «Consciente de la importancia crucial del momento presente, en el que, con esfuerzo renovado y movidos por la esperanza, sus hijos están buscando construir una sociedad en paz. Que la sangre vertida por miles de inocentes durante tantas décadas de conflicto armado, unida a aquella del Señor Jesucristo en la Cruz, sostenga todos los esfuerzos que se están haciendo, incluso en esta bella Isla, para una definitiva reconciliación. (…) Por favor, no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación».
Durante el cardenal de La Habana, Jaime Ortega, agradeció al papa por la visita a Cuba y por sus oficios para el acercamiento entre Estados Unidos Y la isla.
El cardenal Ortega hizo votos porque ese acercamiento continue entre los políticos y los pueblos de ambas naciones. Para alcanzar, agregó, la reconciliación entre todos los cubanos, los que viven dentro y fuera de Cuba.
Antes de finalizar la eucaristía el Santo Padre pidió a sus feligreses: «por favor les ruego, no se olviden orar por mi».
La misa tiene lugar en el mismo sitio donde sus predecesores Juan Pablo II, en 1998, y Benedicto XVI, en 2012, se encontraron con una gran masa de fieles, entre un gran monumento en honor al héroe nacional José Martí y un retrato gigante de Ernesto «Che» Guevara.
El pontífice tiene previsto en su agenda de este domingo un encuentro con sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas en la Catedral de La Habana y más tarde saludará a los jóvenes y miembros del claustro del Centro Cultural Félix Varela.
Aquí estas algunas fotos de esta celebración eucarística:
Redacción www.diariorepublica.com