La gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, dijo que Dylann Roof, autor de un tiroteo perpetrado hace tres días en una emblemática iglesia de Charleston, debía ser condenado a muerte si era declarado culpable. La pena capital es legal en este estado.
Nueve afroamericanos resultaron muertos en el ataque.
«Es un crimen absolutamente racista», dijo Haley. «Queremos incondicionalmente la pena capital. Es el peor crimen racista que he visto y que el país ha visto en mucho tiempo», agregó.
Roof fue arrestado durante un control de rutas en Carolina del Norte y llevado de vuelta a la vecina Carolina del Sur.
El departamento de Justicia examinará si el tiroteo fue un crimen de odio o un «acto de terrorismo doméstico».
Residentes de Carolina del Sur organizaban ayer protestas para expresar su angustia, rabia y deseos de cambio.
Vía ÚN/www.diariorepublia.com