El presidente interino de la Cámara de Diputados de Brasil, Waldir Maranhao, anuló este lunes la votación de la Cámara de Diputados que dio inicio al trámite de “impeachment” contra la presidenta Dilma Rousseff.
Agencias internacionales señalan que la decisión de Naranhao se apoya en irregularidades observadas en el transcurso del trámite que se sigue en la Cámara Baja.
La decisión ocurre luego que el Senado acordara debatir el próximo miércoles 11 de mayo si aprueba o no un juicio político contra Rousseff.
Maranhao, quien asumió la presidencia de la Cámara de Diputados la semana pasada, en lugar de Eduardo Cunha, quien fue suspendido del cargo por la Corte Suprema, aceptó una demanda presentada por la Abogacía General del Estado.
Ese organismo, que defiende a Rousseff en el proceso, denunció «vicios que declaran nula de pleno derecho» la sesión del pasado 17 de abril en la que 367 de los 513 diputados aceptaron las denuncias contra la mandataria y dieron lugar al trámite.
Maranhao, en una nota divulgada este lunes, explicó que uno de esos vicios consistió en que los partidos políticos representados en la Cámara de Diputados orientaron el voto de sus diputados, lo que no podría haber ocurrido en una decisión de esa naturaleza.
«No podrían los partidos políticos orientar una cuestión para que sus parlamentarios votaran de un modo u otro, toda vez que debían hacerlo de acuerdo a sus convicciones personales y libremente», explicó Maranhao.
Por su responsabilidad en el escándalo de corrupción de Petrobras, la Corte Suprema suspendió la semana pasada el mandato de Eduardo Cunha y su lugar fue asumido por Maranhao.
La decisión del presidente interino de la Cámara baja, la primera que adopta desde que reemplazó a Cunha el pasado viernes, deja en suspenso la votación que debe celebrar el Senado esta semana para decidir si se abre un juicio con miras a la destitución de Rousseff.
El Gobierno y la propia Abogacía General del Estado han alegado que el proceso para la posible destitución de Rousseff comenzó por una supuesta «venganza» de Cunha, un declarado adversario de la mandataria implicado en las corruptelas en la estatal Petrobras.
Vía Emen/www.diariorepublica.com