La ola de protestas que vive Brasil empezó a cosechar logros en varias ciudades que anuncian posibles bajas en sus tarifas de autobús, pero aún tiene grandes retos para dejar una huella definitiva en el país, afirman especialistas.
Las alcaldías de Porto Alegre, Recife, Cuiabá y Joao Pessoa redujeron o anunciaron su intención de reducir los precios del pasaje de ómnibus tras las manifestaciones que el lunes reunieron más de 200.000 personas en todo Brasil.
Y en Sao Paulo, donde este martes ocurría la sexta protesta con decenas de miles de personas en las calles, el alcalde, Fernando Haddad, indicó por primera vez que está dispuesto a revisar la tarifa de autobús, que subió hace poco.
Con información de BBC