La jefa de Estado, Dilma Rousseff, sigue batallando contra el proceso de juicio político y ayer se reunió con sus asesores para analizar medidas de carácter social que podría anunciar hoy, Día de los Trabajadores.
La recesión económica ha obligado a la Mandataria a tomar una serie de medidas de ajuste fiscal en el último año.
Mientras, los sindicatos y sectores de izquierda esperaban ayer convertir el Día de los Trabajadores en un palco contra el “golpe de Estado”, como la izquierda y el Gobierno han calificado el juicio político que amenaza con destituir a Rousseff.
La marcha en Sao Paulo, inicialmente, estará encabezada por Rousseff y su padrino político y predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, quien en las últimas semanas se ha movilizado para defender a la Presidenta ante la amenaza de destitución promovida por la oposición.
Vía UN/www.diariorepublica.com