Según el rotativo estadounidense The Wall Street Journal, el expresidente de Petróleo de Venezuela y ahora embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Rafael Ramírez así como la industria petrolera venezolana son investigados por autoridades de Estados Unidos por “saqueo de dólares”.
Así lo narran José de Córdoba y Juan Forero para WSJ desde Nueva York:
Pero cuando llegaron a la suite presidencial del JW Marriott Hotel en Caracas, quien los recibió no fue Ramírez sino su primo, Diego Salazar, dijeron dos personas que participaron en esa reunión de 2006. Salazar, dicen estas fuentes, fue directo al grano: si querían entrar en carrera, los españoles tenían que pagar por lo menos US$150 millones en sobornos. “Si no, deben regresar al aeropuerto”, les dijo Salazar, según una persona.
Los ejecutivos no aceptaron, pero muchos otros proveedores estaban dispuestos a seguir el juego en varios proyectos de PDVSA, dicen personas que trabajaron con la empresa antes de la salida de Ramírez, el año pasado.
Ahora, las autoridades estadounidenses han puesto en marcha una serie de investigaciones de amplio alcance sobre la posibilidad de que líderes venezolanos hayan usado PDVSA para saquear miles de millones de dólares del país a través de sobornos y otros ardides, dicen fuentes al tanto. Las investigaciones, realizadas por agencias federales en varias jurisdicciones de Estados Unidos, también tratan de determinar si PDVSA y sus cuentas bancarias en el extranjero fueron utilizadas para otros fines ilegales, incluidos el manejo de divisas en el mercado negro y el lavado de dinero del narcotráfico, dicen estas personas.
Salazar, quien reparte su tiempo entre Nueva York, Miami, Caracas, París y Madrid, no respondió a numerosos correos electrónicos, llamadas telefónicas y mensajes de texto solicitando comentarios.
Los funcionarios venezolanos han rechazado sistemáticamente las denuncias de corrupción oficial como intentos de desestabilizar y derrocar al gobierno por parte de figuras de la oposición aliadas con EE.UU. y otros “enemigos extranjeros”.
Las autoridades estadounidenses no han hecho ninguna acusación pública sobre PDVSA y es posible que no se formalice ningún cargo. A principios de este mes, fiscales federales en Nueva York, Washington, Missouri y Texas y agentes del Departamento de Seguridad Nacional, la Administración de Control de Drogas (DEA), el FBI y otras agencias se reunieron en persona o por teleconferencia en Washington para coordinar acciones y compartir pruebas y testigos para las diversas investigaciones sobre PDVSA, según tres personas con conocimiento del asunto.
Vía Analitica / www.diariorepublica.com