
El Tribunal Superior de Bogotá dictó un fallo de segunda instancia este martes 21 de octubre, absolviendo al expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) del delito de soborno en actuación penal. La decisión revoca la condena de 12 años de cárcel que le había sido impuesta en agosto pasado, en un caso que incluye también el delito de fraude procesal.
El magistrado Manuel Antonio Merchán fue el encargado de leer la decisión de la Sala: «No se acreditó directa o indirectamente que Álvaro Uribe hubiera instigado el delito de soborno en actuación penal (…) por tanto, la Sala revocará la condena impuesta a Álvaro Uribe Vélez como determinador del delito de soborno en actuación penal».
La absolución se enfoca en las supuestas presiones ejercidas a los testigos Carlos Enrique Vélez y Eurídice Cortés. El Tribunal aún debe pronunciarse sobre un tercer implicado en el mismo delito de soborno: el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, quien permanece en prisión.
Monsalve ha sido una pieza clave en el proceso, acusando a Uribe de promover la creación del Bloque Metro de las AUC y asegurando que un abogado del expresidente lo presionó para retractarse en el caso que enfrenta al exmandatario con el senador de izquierda Iván Cepeda.
El magistrado Merchán recalcó que el Tribunal detectó un error de interpretación jurídica en el fallo de primera instancia. La jueza Sandra Heredia había aplicado la figura de «dolo eventual», pero el Tribunal argumentó que la determinación penal exige la figura de «dolo directo», lo cual no se pudo comprobar.
La condena de primera instancia, emitida el 1 de agosto pasado, convirtió a Uribe en el primer expresidente de Colombia en ser condenado penalmente. A pesar de esa sentencia, el líder del partido Centro Democrático ha afrontado esta etapa del juicio en libertad, luego de que la Corte Suprema de Justicia confirmara una decisión que lo dejó libre hasta que la sentencia quede en firme.
Este complejo caso se remonta a 2012, cuando Uribe demandó al senador Iván Cepeda por supuesta manipulación de testigos. La Corte Suprema no solo desestimó la investigación contra Cepeda, sino que abrió un proceso contra Uribe al encontrar indicios de que intentó manipular testimonios para evitar que lo relacionaran con el paramilitarismo.
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