
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió con firmeza este martes 28 de octubre la campaña de ataques ejecutados por su país contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico en aguas internacionales del Caribe y el Pacífico, a pesar de las crecientes tensiones con Venezuela y Colombia.
Desde la base naval de Yokosuka, a bordo del portaaviones USS George Washington, el líder estadounidense dirigió un discurso a las tropas, desestimando las críticas sobre la naturaleza de las embarcaciones destruidas.
«Los demócratas de la izquierda radical dijeron que solo estaban pescando. Bueno, los submarinos no pescan, ¿verdad? Ustedes saben más de submarinos que yo», ironizó Trump.
⚓ Refuerzo Militar y Guerra en el Mar
Trump insistió en que las fuerzas estadounidenses están neutralizando embarcaciones, incluidas semisumergibles, que transportan cantidades masivas de droga suficientes para «matar a 25.000 estadounidenses» por sobredosis.
El presidente declaró un compromiso total con el combate al narcotráfico: «Por fin estamos librando una guerra contra los cárteles. Estamos librando una guerra como nunca antes la han visto, y vamos a ganar esa batalla. Ya la estamos ganando en el mar».
El mandatario también se comprometió a detener la entrada de drogas «por tierra», una declaración que se suma a insinuaciones previas sobre posibles acciones militares dentro del territorio venezolano, país al que Washington acusa de liderar el “Cártel de los Soles”, una imputación que Caracas niega rotundamente.
⚠️ Aumenta la Tensión en la Región
Los ataques, que han resultado en la destrucción de una decena de embarcaciones cerca de las costas de Venezuela y Colombia, han intensificado la fricción diplomática. Ambos países han denunciado que estas acciones constituyen ejecuciones extrajudiciales.
La escalada se refuerza con el anuncio del Pentágono del pasado viernes 24 de octubre sobre el despliegue del portaaviones USS Gerald Ford, el buque más grande de la flota, en el mar Caribe, para reforzar el operativo militar que comenzó en agosto.
A esta situación se suma la reciente sanción impuesta por EE. UU. al presidente colombiano, Gustavo Petro, y su familia, bajo acusaciones de vínculos con el narcotráfico, las cuales el mandatario colombiano ha rechazado, defendiendo la política antidrogas de su Gobierno.
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