
Ucrania se enfrenta hoy a una de sus crisis energéticas más profundas desde el inicio de la invasión a gran escala en febrero de 2022. Una nueva y masiva ola de ataques rusos durante la madrugada del sábado ha devastado la infraestructura energética del país, llevando su capacidad de generación a un estado crítico y sumiendo a numerosas ciudades en la oscuridad, la falta de calefacción y los cortes de agua.
La ministra de Energía de Ucrania describió la noche de la ofensiva como «una de las más difíciles» desde el comienzo de la guerra, subrayando la magnitud y sofisticación del asalto. Rusia empleó una combinación letal de cientos de drones y misiles balísticos, estos últimos notoriamente difíciles de interceptar por los sistemas de defensa aérea, para impactar de manera sincronizada instalaciones vitales en todo el territorio ucraniano.
Capacidad de generación «reducida a cero»
El impacto en la capacidad de generación ha sido catastrófico. La empresa estatal Centerenergo emitió un comunicado alarmante, indicando que su capacidad de producción se ha reducido a cero. La compañía lamentó que la situación es el resultado de «un número sin precedentes de misiles y una cantidad incalculable de drones que atacaron las mismas plantas térmicas que habíamos restaurado tras el devastador ataque de 2024». Este ataque, dirigido estratégicamente a infraestructura previamente dañada, anula meses de costosos y arduos trabajos de reparación.
En respuesta a la emergencia, el operador estatal del sistema de transmisión eléctrica, Ukrenergo, anunció que el domingo se implementarán cortes de electricidad de emergencia programados de entre 8 y 16 horas al día en la mayoría de las regiones. Estas desconexiones forzosas son necesarias para mitigar la sobrecarga del sistema restante y permitir las reparaciones urgentes. Millones de ucranianos se preparan para enfrentar bajas temperaturas y la interrupción de servicios básicos en el inicio del invierno.
Repercusiones en Rusia: Ataques de respuesta ucranianos
La escalada de ataques no se limitó al territorio ucraniano. Varias regiones rusas fronterizas con Ucrania también reportaron daños significativos en sus redes eléctricas y de calefacción debido a presuntos ataques ucranianos de represalia.
Región de Belgorod: El gobernador regional, Vyacheslav Gladkov, reportó «graves daños» en la red eléctrica y de calefacción de la capital. Se estima que alrededor de 20.000 hogares quedaron sin electricidad.
Región de Kursk: Un incendio en una instalación energética provocó cortes de electricidad en al menos diez localidades.
Región de Vorónezh: También se informó de un incendio en una planta de calefacción, afectando el suministro local.
La situación continúa siendo crítica a ambos lados de la frontera. Mientras las autoridades ucranianas trabajan a contrarreloj para movilizar equipos de reparación y asistencia, la población se enfrenta a la inmediata tarea de mitigar los efectos de esta devastación en medio del conflicto que se extiende ya por más de dos años y medio.
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