
El Gobierno de Venezuela ha solicitado formalmente este miércoles una sesión de emergencia ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El objetivo es denunciar lo que la Cancillería califica como una «agresión en curso» por parte de la administración de Donald Trump, tras el anuncio de un cerco naval total contra las exportaciones petroleras del país.
A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores instó al organismo internacional a intervenir de inmediato para «restituir la legalidad internacional», vulnerada —según el texto— por el despliegue militar estadounidense en el Caribe.
🚩 Rechazo al «Delirio» Territorial de Washington
La respuesta de Caracas surge tras las declaraciones del presidente Trump el pasado martes, quien afirmó que Venezuela está rodeada por la mayor flota naval en la historia de la región. El mandatario estadounidense condicionó el fin del asedio a la devolución de petróleo, tierras y activos que considera fueron «robados» a los Estados Unidos.
La Cancillería venezolana tildó estas pretensiones de «delirantes» y «trastornadas», señalando que nunca antes un jefe de Estado extranjero había reclamado la propiedad del territorio nacional y sus recursos naturales.
«El Presidente de los Estados Unidos está violando impunemente nuestra soberanía nacional, la integridad territorial e independencia política ante los ojos del mundo», reza el comunicado.
🚢 El Caso «Skipper» y la Disputa Histórica
El malestar del Gobierno de Nicolás Maduro se ha intensificado tras:
La incautación del buque Skipper: Interceptado la semana pasada bajo acusaciones de contrabando, transportando 1,9 millones de barriles de crudo de PDVSA.
Revisionismo histórico: Las recientes declaraciones de Stephen Miller, subjefe de la Casa Blanca, quien afirmó que la industria petrolera venezolana fue creada por EE. UU. y calificó la nacionalización de 1976 como un «robo histórico».
⚔️ Advertencia de Maduro
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro calificó la postura de su homólogo estadounidense como «guerrerista», asegurando que el despliegue naval no es una lucha contra el crimen organizado, sino una maniobra de asfixia política y económica.
Venezuela espera que el Consejo de Seguridad se pronuncie sobre el uso de la fuerza y el respeto a la Carta de las Naciones Unidas en medio de este despliegue aeronaval sin precedentes en aguas del Caribe.
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