Las aerolíneas extranjeras que reclaman al Gobierno nacional 3 millardos de dólares, comenzaron a suspender esta semana sus ventas en Caracas, incluso a cancelar vuelos, en lo que parece el fin de la ficción de «viajes con tarifas de remate».
Durante años Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras mundiales, ha sido El Dorado de las líneas aéreas ya que un bolívar sobrevaluado les garantizaba años redondos con vuelos repletos a precios fuertes.
Pero en abril el Ejecutivo comenzó a retacear la entrega de dólares contra bolívares, poniendo fecha de vencimiento a una ficción insostenible.
En octubre los impagos llegaron a 2,4 millardos de dólares y las aerolíneas, inquietas, recortaron sus ventas y subieron –a veces en forma desaforada– las tarifas. Y cuando la deuda superó la barra de los 3 millardos en enero, el tema estalló.
Luego de encuentros con la española Air Europa (la primera que dejó de vender boletos) y Alitalia (a la que el gobierno prometió pagar con bonos del Estado, combustible y algo de dólares), el jueves hubo una minicumbre entre representantes de aerolíneas, dos ministros y otros funcionarios.
Pero casi al mismo tiempo, AirCanadá informaba que «se encuentra suspendida momentáneamente la emisión de boletos», en Caracas, donde es obligatorio abonar en bolívares.
Incluso compañías estatales de países aliados al Gobierno han dejado de vender boletos. La ecuatoriana Tame suspendió sus vuelos a Caracas y reveló las causas: la deuda venezolana de 43 millones de dólares.
También Aerolíneas Argentinas, acuciada por un quebranto de 247 millones de dólares en 2013, bloqueó su venta de pasajes en bolívares en Caracas, al punto que el jueves no había plaza disponible para todo 2014.
Air France, Avianca, Copa, American Airlines, Taca… la lista de empresas que han limitado sus ventas abarca todo los continentes, tamaños de empresas y composición societaria.
AFP