Indígenas de las comunidades Ye’kwana y Sanema de la Cuenca del río Caura en el estado Bolívar mantienen retenidos desde el miércoles al comandante del Ejército, Gianfranco Giordani Leal, encargado del puesto de control de la localidad de Maripa, municipio Sucre, y a nueve soldados, en protesta por la quema de dos viviendas.
«El comandante se encuentra bien pero está custodiado en la gran churuata de la comunidad. Todos están bien, nosotros los desarmamos», confirmó vía telefónica Ramón Tomedes, presidente de la Fundación Indígena Medewadi y vocero de la Organización Kuyujani.
La Organización Indígena de la Cuenca del Caura Kuyujani explicó, a través de un comunicado, que el miércoles 18 «de forma arbitraria, dicho comandante se presentó en el sitio denominado el Playón y quemó una vivienda indígena. Luego subió al Salto Pará ‘Kuyuwi Sodi’ y también quemó otra vivienda aparentemente en venganza por las denuncias que contra él se han hecho».
La Organización Kuyujani ha denunciado, desde octubre de 2014, ante la dirección de la Región Estratégica de Desarrollo Integral (REDI) al comandante Giordani Leal «por irrespetar los cupos de combustible asignados para el transporte desde y hacia las comunidades que viven en la zona»; además de que mantienen severas críticas por la complicidad de los uniformados con quienes practican la minería ilegal, que ha causado deforestación y contaminación mercurial.
Tomedes destacó que desde octubre no reciben combustible «porque aunque Pdvsa lo ha autorizado el comandante se ha negado arbitrariamente y eso afectó el transporte, la salud y la educación».
«Los indígenas del lugar retuvieron al comandante y a nueve soldados produciéndose disparos que afortunadamente no causaron daños. En este momento el Comandante Giordani Leal, así como los soldados se encuentran custodiados por los indígenas ye’kwana y sanema que allí viven. Sin embargo, al lugar están llegando masivamente los indígenas de la zona para sumarse a la protesta por el atropello cometido por los militares», indica el comunicado.
Este jueves se presentó el comandante del puesto de Caicara al Salto Pará pero «su presencia fue rechazada por los indígenas quienes no quieren entrevistarse con subalternos». Los indígenas aseguran que quieren dialogar, pero no aceptan «ni un atropello más».
La organización destaca que rechazan la actividad minera independientemente de que algunos pobladores locales participen, y reconocen que aunque en el 2006 solicitaron la colaboración de la Fuerza Armada Nacional para controlar la invasión minera en el Caura, dos años después se perdió el control con la llegada de nacionales y extranjeros a ejercer la minería y «los militares se han hecho cómplices de la minería ilegal aplicando vacunas para hacer llegar bienes y combustible a las zonas mineras».
Vía EU / www.diariorepublica.com