María Virginia Olivo, la sobreviviente venezolana del terremoto ocurrido en Katmandú, Nepal, el pasado 25 de abril, arribó este domingo al país junto a sus dos hijas para reencontrarse con el resto de sus familiares tras la tragedia sufrida en el país asiático.
«Cómo perdemos tanto tiempo en cosas que nos molestan», reflexionó la sobreviviente tras llegar al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Maiquetía, Vargas, al tiempo que manifestó apreciar más la vida a pesar de haber perdido todos sus bienes materiales.
Olivo, en declaraciones para la Agencia Venezolana de Noticias, narró el antes y el después del movimiento sísmico.
Ese día, la sobreviviente, que tenía seis meses viviendo en Katmandú, había recibido dos noticias desagradables, una, sobre la muerte del padre de una amiga y, otra, sobre el delicado estado de salud de su abuelo en Venezuela, por lo que segundos antes del temblor se encontraba hablando por teléfono con su madre.
La mujer detalló que justo al terminar la llamada comenzó el movimiento telúrico y, transcurrido el minuto que duró el sismo, de magnitud 7,9 en la escala de Ritcher, debió salir apresuradamente de su hogar junto a sus dos hijas, Sofía y Nicole, de 3 y 6 años.
Enseguida trató de comunicarse con su esposo, que se encontraba en el trabajo, pero el desastre natural había afectado las conexiones y por 24 horas permaneció incomunicada.
Olivo destacó que el terremoto ocurrió un sábado, único día de descanso en las escuelas nepalíes, por lo cual los niños no se encontraban en los centros educativos evitando así que las pérdidas humanas fueran mayores.
Posteriormente se trasladaron a un campamento donde pudieron contactar con Capaya Rodríguez, encargada de negocios de Venezuela en India, país que limita al noreste con Nepal, y seguidamente se produjo el rescate.
El edificio donde Olivo y su familia vivían está lleno de escombros y agrietado, por lo que se encuentra totalmente deshabitado, mientras que los sobrevivientes permanecen en refugios improvisados bajo difíciles condiciones sanitarias.
El pasado 3 de mayo el primer ministro nepalí, Sushil Koirala, pidió a la Organización de las Naciones Unidas incrementar la ayuda alimentaria y material, ya que, la que les ha llegado es insuficiente para cubrir las necesidades de los miles de damnificados que dejó el fenómeno.
Por su parte, el Gobierno Bolivariano envió una misión técnica humanitaria conformada por médicos y especialistas forenses que durante 20 días realizarán un diagnóstico de las principales necesidades que presenta el pueblo nepalí para en los próximos días enviar los productos médicos y de primera necesidad que requiere.
El esposo de Olivo, Kailash Katmal, se quedó en Nepal colaborando con el grupo de rescatistas venezolanos en la búsqueda de otra venezolana, la cual hace unos días se comunicó con la Cancillería, pero hasta la fecha no se ha vuelto a tener noticias de ella.
El viceministro para Asia, Medio Oriente y Oceanía, Xoan Noya, precisó este domingo que gracias a la labor de la canciller, Delcy Rodríguez, y el Gobierno Nacional se ha logrado rescatar a nueve de los diez venezolanos en Nepal.
La policía de Nepal informó este domingo que la cantidad de muertos encontrados asciende a 8.000 y las personas que pudieron sobrevivir están expuestas a un brote de cólera por la dificultades sanitarias del país, situación que podría complicarse con la temporada de lluvias que se prevé para dentro de seis semanas.