
Por Raúl Henríquez
La primera vez que vi a nuestro actual canciller, fue arengando a unos verduleros en la plaza de los símbolos frente a la estación del metro en los ilustres. Posteriormente supe de sus fugaces visitas al Zulia para repartir cheques bolivarianos a sus seguidores sin oficio.
Pero mucho antes de estas vivencias, ya sabíamos de sus pasantías por el metro como chofer de bus, y sindicalista fracasado, y de su enfrentamiento con el Capitán Pineda, segundo de Urdaneta Hernández en la DISIP, por el encubrimiento y protección de unas armas enconchadas en una casa de la Pastora, que habían sido robadas por un teniente desertor del ejército. Incidente que originó la salida del Comandante Urdaneta de la DISIP, para atrincherarse en una hacienda familiar en el Guárico, hasta el sol de hoy.
Pero lo más resaltante del Can Nicolás han sido sus arrogantes y audaces acciones como defensor a ultranza del proceso “ revolucionario “, en los casos de separación de la presidencia de sus respectivos países, tanto de Zelaya en Honduras, como mas recientemente del cura gozón en Paraguay. Los presidentes de ambos países, fueron absorbidos por la corriente “independentista bolivariana”, y arrastrados hasta sus últimas consecuencias, abdicando en sus principios frente a las pretensiones hegemónicas del máximo líder, como sucede y acontece en toda secta.
Pero similar a Honduras, algo salió mal en el caso Paraguayo, porque ni siquiera la tan anhelada entrada de Venezuela al Mercosur por la puerta trasera, está garantizada. La gran lección o moraleja que le debe quedar al Can Nicolás por su arenga en Paraguay, es la siguiente : no es lo mismo arengar a unos verduleros en una plaza, que a los militares del alto mando de un país como Paraguay en un salón, país que soporto durante 30 años un militar como Strosner , la guerra del Chaco contra Bolivia, más todos los enfrentamientos con Brasil y Argentina por razones limítrofes. Allí la palabra de un militar es ampliamente respetada, por ello, aunque no exista video probatorio de dicha arenga, será dada por hecho, la declaración jurada de uno solo de los militares involucrados en tan delicado asunto.
Ya la declaración del secretario general de la OEA, Miguel Insulsa, es un preaviso a la sanción que podría aplicarse contra el régimen del Komandante-Presidente, por violación a la soberanía de dicho país. Considerando más aún que el ex presidente Fernando Lugo había aceptado el juicio y acatado su resultado, contra su gestión. En Venezuela todos los ciudadanos incultos, medio cultos, cultos, y ocultos, sabemos el talante “ democrático” de nuestro gobierno, así como sabemos que nuestro petróleo paga todos los desafueros de sus dirigentes.
Cierto día ofreceremos al Mercosur una variedad de productos que digan : Hecho en Venezuela. Por ahora, bajo este régimen, solo continua siendo un reto a nuestra superación como país.