
Por Daniel Ponne
El presidente Maduro anunció lo que según él será el «Noticiero de la Verdad» que será transmitido en cadena durante los horarios de mayor sintonía, es decir, al mediodía y en la noche, y también será de transmisión obligatoria. Como argumento esgrimió que los medios de comunicación privados no difunden los actos oficiales.
¿Es que acaso los medios de comunicación del Gobierno en cantidad no superan abrumadoramente a los medios privados? Por ejemplo tienen VTV, Telesur, Vive TV, Tves, ANTV y otros tantos, sin contar con toda la cadena de emisoras comunitarias y las privadas que el gobierno ha comprado a través de sus “amigos” o coaccionado. Además poseen medios digitales y otros tantos canales regionales de televisión.
Pareciera que el Gobierno descubrió la fórmula para calibrar la verdad, cuando esa verdad es relativa. Les angustia porqué el colectivo venezolano no se conecta con lo que ellos quieren ¿Cuál es la verdad según ellos? ¿Será la propaganda política en la que se ha convertido la estrategia comunicacional?
La propaganda es una cosa y la información es otra. Ahora bien ¿Cuáles son la noticias que según ellos son verdades? ¿A qué llaman ellos noticias verdaderas? ¿Acaso es falsa la altísima criminalidad que vive Venezuela? ¿O no es cierta la escasez de alimentos? ¿Aspiran que creamos a la fuerza que el problema eléctrico es culpa de la iguana?
¿Qué repitamos como loros que los incidentes en la industria petrolera son culpa de los rayos? ¿Qué no es verdad que la mayoría de las ciudades están a oscuras? ¿Qué es falso que existaun mercado negro para el hierro, cemento y el dólar, entre otras cosas? ¿Es mentira que en el estado Zulia regresaron los robos bancarios? ¿Pretenden que juremos que la crisis carcelaria es una ficción creada por los medios?
El gobierno cree que el problema de la falta de atención y credibilidad de la gente hacia lo que ellos dicen, radica en la cantidad de medios que repiten sus supuestas verdades. Están errados. La falla se concentra en la pérdida de confianza en lo que dicen y el poco atractivo de lo que hacen.
Eluden los problemas y temas sensibles que le preocupan a la gente y se concentran en el show que poca atención capta del público. Es falso que los medios privados eligen arbitrariamente la información, pues estos siempre tratan de coincidir con las mayoría ciudadana, ya que se esfuerzan por ser asertivos en la lectura de lo que aspira y necesita el pueblo.
Una vez más el Gobierno demuestra que tiene como estrategia la construcción subjetiva de una falsa realidad, con el fin de ocultar y justificar acciones que persiguen no sólo empobrecer a la sociedad, sino también acorralarla y que termine creyendo que vivimos en un paraíso.
Ahí está la razón del uso de un discurso violento, carroñero y despreciable que busca degradar la actividad política y que la gente pierda el interés por estos temas que son vitales para toda democracia. Contaminan a la gente para que se aburra del debate político.
Una importante organización no gubernamental de monitoreo ciudadano informó que entre el 5 de marzo y el 5 de septiembre, el Presidente tuvo en los medios de comunicación privados como mínimo 30 minutos al día de cobertura y sólo en VTV tuvo como mínimo 100 minutos diarios ¿Le prestan o no atención los medios a sus acciones? Claro que sí. Los que poco le prestan atención son los ciudadanos.
El fulano “Noticiero de la Verdad” es otro paso más en la estrategia de control social. Transforman el Estado en un monstruo que persigue aniquilar la libertad de hacer, pensar, escuchar y decir de los ciudadanos. Cuando en un país existe una genuina circulación libre de la información, de la misma forma existe mayor justicia social.


