Ya el pueblo está cansado de escuchar que sí las líneas de transmisión, que son las plantas, que fallaron los circuitos, que si el Guri y tantas excusas que emergen del discurso oficial. La gente necesita urgente solución a la gravísima situación de deterioroen el sistema eléctrico nacional, que se ha convertido en una calamidad pública.
Pero lo más grave de todo esto es ver con la frialdad con que el Gobierno se justifica diciendo premeditadamente disparates.En varias ocasiones culpaban a la iguana y desde hace tiempo y de manera sostenida siguen responsabilizando a lo que llaman laderecha golpista y pitiyanqui.
Todo esto demuestra lo mucho que el Gobierno subestima al pueblo,irrespetándolo y burlándose con semejante absurdos. Todos sabemos el control total que tienen sobre la estructura del Estado. Son casi 15 años de dominación. No se dan cuenta que con todas esas excusas demuestran su gran ineficiencia.
Si la cosa es culpa de factores de la derecha, bastante incapaces son quienes dirigen el Gobierno que, con todo el poder y control que tienen, se dejan intervenir el sistema eléctrico. Pero el colectivo patrio sabe que la ineficiencia y la ineficacia son supremas, ya que a pesar de tener todo a su favor, dejan que colapse el país. Tienen militarizadas las instalaciones de electricidad y aún así hablan de saboteo.
No sólo se ha caído el sistema eléctrico en Venezuela, ya que también se ha caído el sentido de responsabilidad, de pertenencia y lo que es peor, se extravió la sensatez de quienes tienen la responsabilidad de conducir el Estado venezolano. Da pena escuchar al Presidente con la simpleza que asume el problema eléctrico o escuchar a un ministro decir que no renunciará porque en 100 días se acabaron los apagones.
Decir que parte del problema es la facturación o de un nuevo modelo tarifario, cuando el problema es de fondo y no de forma, demuestra que tienen el cinismo como estrategia política y actuar de esa forma no es otra cosa que una muestra de su carencia de sensibilidad social.
Están acostumbrados a rehuir sus responsabilidades y endosar sus fracasos a factores externos. Por eso siempre apelan al discurso desgastado y fastidioso de siempre. Admitan sus errores. Ofrezcan disculpas por el derroche, la corrupción y el colapso que han generado en el país.
Son tan cínicos que Maduro dijo que estaba al frente de la emergencia y los pocos que tenían electricidad en el país lo vieron fue frente a un sarao que tenía en el Palacio de Miraflores. Son una burla a la cordura y la paciencia de un pueblo que está agotado.
El tiempo sigue pasando y al pueblo se le apaga la calidad de vida entre apagones, escasez de alimentos, inflación, ausencia de partes automotrices, alta criminalidad, violencia, inseguridad jurídica entre otros tantos males y sólo tenemos un Gobierno al que se le apagaron las neuronas y apenas coordina a decir que la culpa es del capitalismo, la iguana o la derecha. Qué vergüenza de Gobierno tenemos los venezolanos. Venezuela es un desastre ¡Pero tenemos patria!



