
Por Juan Pablo Guanipa
Tengo muchas razones para apoyar a Pablo Pérez como candidato a la reelección a la Gobernación del Zulia. Podemos comenzar con razones políticas.
Ambos hemos estado durante todos estos años confrontados con la visión de país que ofrece un presidente de la República que -en su ya larguísima gestión y manejando casi el 90 por ciento de los recursos públicos- ha profundizado los problemas del país, ha dilapidado los recursos de los venezolanos y ha multiplicado las razones por las cuales somos «reconocidos» como uno de los países más corruptos de todo el globo terráqueo.
Con Pablo trabajamos en la campaña presidencial de Henrique Capriles Radonski y ambos estamos comprometidos en mantener viva la esperanza de un cambio que debe producirse en la conducción de este país.
Pablo ha sido un defensor de la descentralización, mecanismo para que la solución de los problemas esté donde los problemas se producen, lo cual no comparte el otro candidato, quien va y viene en ese y en muchos temas.
Pablo es zuliano de pura cepa, comprometido con las luchas que este estado ha librado para que su aporte al desarrollo del país sea reconocido con obras y programas, lo cual este gobierno enemigo del Zulia no ha entendido ni entenderá jamás.
Ubico el avance más importante de Pablo en el área educativa. Intervenir casi 200 escuelas en menos de cuatro años, reconocer sus derechos a miles de maestros interinos que al fin pasan a formar parte de la nómina del Ejecutivo regional, dotar de alimentación, libros y útiles escolares a nuestros niños y jóvenes, profundizar la entrega de becas a jóvenes estudiantes universitarios, constituyen logros fundamentales si convenimos que educación es sinónimo de progreso.
También percibo importantes logros en materia social que se profundizarán cuando entre en vigencia el Programa Hermana Francisca, dedicado a combatir el más grave y lamentable problema que sufrimos en Venezuela, la pobreza.
Tengo mucha esperanza en la implementación de un plan que permitirá la atención integral a familias en pobreza extrema, para que adquieran herramientas para echar hacia adelante sin tener que depender de ningún gobierno. Con Pablo en la Gobernación, el Zulia tiene futuro.