Abog. Eduardo Labrador
Una de las estrategias mas cobarde de los Estados Unidos para intimidar la decisión soberana del pueblo venezolano en convocar y elegir los representantes de la Asamblea Nacional Constituyente fue la decisión del presidente Trump en decretar un boicot financiero a las transacciones financieras norteamericanas contra el gobierno y particularmente contra la estatal PDVSA.
Posterior a ello y no conforme con tal infame decisión, envió a sus multiplicadores de brollos, los hacedores de la hoy llamada post verdad, para cualificar las perspectivas de pago en relación con las deudas contraídas en el extranjeros por el gobierno nacional, las primeras que saltaron y salieron al ruedo fueron las calificadores de riesgo aumentando el potencial de riesgo país, luego los voceros internacionales y por ultimo los lacayos criollos, sobornados por las remesas de Washington.
Pero la realidad es otra, desde que llegó la Revolución Bolivariana en Venezuela, se han pagado y honrado todos los compromisos financieros, de manera puntual y exacta. Sin embargo, las presiones de la Reserva Federal Norteamericana, la Secretaria del Tesoro, el buró político norteamericano y los dolientes de las empresas que ya no participan en el negocio petrolero venezolano se han confabulado para intentar poner de rodillas la voluntad popular.
Pese a ello, la República ha pagado en los siete últimos años la cantidad de 71 mil millones de dólares, precisamente en el momento más critico de los precios del petróleo, asimismo, no está en guerra contra ninguna nación, tiene las reservas más importantes de petróleo y gas, ha diversificado las exportaciones de materias primas valiosísimas como el oro, además maneja aumentar el factor de recobro sobre las reservas de petróleo y todavía asi, las calificadoras de riesgos siguiendo el guión establecido montan el show.
Ciertamente existen dificultades producto de las acciones viles de los gringos para hacer efectivo el pago, lo cual, no significa el incumplimiento de los compromiso porque Venezuela no esta sola. Al respecto hace una semana PDVSA pagó al Banco J.P. Morgan la primera amortización del bono PDVSA, con vencimiento en 2020, por un valor de 841,88 millones de dólares y este viernes 10 de noviembre se cancelaron 1.121 millones de dólares del bono PDVSA 2017.
Obviamente se trata de un plan que entre otras cosas busca desde lo real dificultar las relaciones de importación de materias primas para provocar escasez, pánico y temor en la población con el objeto de impactar en la intención de votos o peor aún como corolario de vectores de fuerzas que intentan socavar y destruir el Estado-Nación, para implantar su modelo colonial.
Una mirada real de la hipocresía financiera en el mundo nos permitiría advertir que el verdadero moroso en los pagos y en el cumplimiento de los compromisos es la administración estadounidense. La cual en la mayoría de las instituciones supranacionales a la que pertenece arrastra una enorme deuda en una relación de impago por varios años. Es así, como sus deudas con la Unesco, la Otan, las Naciones Unidas, constituyen solo una parte de la incredibilidad en el pago de este país.
Además de ello, esa nación está en permanente guerra desde la entrada al gran conflicto bélico en 1941, ha invadido más de 80 naciones, ha recibido agresiones criminales contra civiles y contra el centro Financiero en Nueva York, ( las torres gemelas) tiene una diferencia negativa y sostenida en cuanto a su productividad tecnológica como consecuencia de la pérdida de calidad y el manejo de los mercado con respectos a sus competidores como Japón , China , Alemania y por si fuera poco su moneda no tiene respaldo en oro, es solo papel verde que se imprime a montones, para obligar al mundo a darle valor de uso y de cambio.
Y lo que no deberían dejar de observar las fraudulentas calificadoras de riesgos es que los países que hicieron el respaldo de su moneda en oro e intentan retirar sus depósitos de lingotes de oro, la administración de la Secretaria del Tesoro opera en contra para evitar devolver dichos depósitos. Entonces quien es el que no paga, quien es el moroso.
Lo que existe es como lo denominó el presidente Maduro “una persecución financiera” obsesiva desde la administración del presidente Trump para evitar que Venezuela cumpla con sus pagos.