Las fuerzas políticas del país se tensan a niveles de polarización extrema: un bando lucha por mantenerse bajo control total del poder con nuevos movimientos, mientras que el otro radicaliza sus estrategias para sacar al primero del poder; Gobierno y oposición, el chavismo y el antichavismo.
Es por ello que este martes la Asamblea Nacional aprobó un acuerdo unánime que acepta y ratifica a Juan Guaidó como presidente del Parlamento “hasta que cese la usurpación”, según el documento, lo cual implica que el líder opositor seguirá al frente de la AN hasta que logre provocar una transición de poder y despojar a Maduro de la Presidencia de la República, que hoy controla con cada vez más lealtad militar.
Esta ratificación ocurre un día después de que el gobierno de Maduro firmara un acuerdo con un sector minoritario de la oposición para designar un nuevo CNE y reincorporar a los diputados del PSUV a la AN, pero según analistas, ese acuerdo supone un mecanismo de cohabitación política prolongada de la oposición con el chavismo en la misma correlación de fuerzas, es decir, con el poder controlado y preservado por el oficialismo.
El acuerdo legislativo consagra el “respaldo político irrestricto al liderazgo de Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional y como presidente encargado hasta que se produzca el cese de la usurpación”, según el texto suscrito esta tarde en la AN.
Esto implica que Guaidó permanecerá al frente de la AN incluso después del 5 de enero de 2020, fecha en la cual expira su período al cumplirse un año desde que asumió las riendas del Parlamento, el pasado 5 de enero de 2019, para luego juramentarse como “presidente encargado” de Venezuela el 23 de enero.
El acuerdo con las minorías fue suscrito luego de que Guaidó diera por “agotado” el diálogo que mantenían representantes suyos y de Maduro en Barbados, con la mediación de Noruega, desde mayo pasado. En esas negociaciones, la delegación opositora propuso la creación de un Consejo de Gobierno de Transición conformado por civiles y militares y con Maduro y el propio Guaidó fuera de sus cargos.
Según el líder opositor, esas conversaciones no pueden avanzar debido a que el gobierno de Maduro se negó a aceptar la celebración de nuevas elecciones presidenciales, esto por estar en desventaja política y con poco o nulo apoyo social en el país debido a que le atribuyen total responsabilidad sobre la crisis económica nacional.
Este martes, al referirse al pacto con un sector opositor, la Unión Europea (UE) señaló que cualquier negociación, para ser creíble, demanda el respaldo de la Asamblea Nacional y el “claro objetivo de llevar adelante elecciones presidenciales”.
Guaidó se hizo eco de la UE para criticar el acuerdo. Está “muy claro quién tiene la legitimidad y la representatividad en el país: el único poder reconocido por el mundo, que es este Parlamento”, dijo.
Según analistas, se espera que la continuación de Guaidó como presidente de la AN genere nuevas acciones políticas de fuerza internacional, presión financiera y presión diplomática, en especial de Estados Unidos, para llevar al gobierno de Maduro a una negociación final de su salida o a un quiebre interno en la estructura de apoyos de la cúpula militar que lo sostiene en el poder
Via NAM/Diario Republica
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