
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, convocó al pueblo venezolano a una jornada nacional de oración por la paz en unión con las congregaciones cristianas de los Estados Unidos (EE. UU.). Esta poderosa iniciativa espiritual busca contrarrestar las amenazas y acciones militares que se ciernen desde el país norteamericano contra la soberanía de la nación suramericana.
El anuncio fue realizado por el mandatario nacional durante la transmisión de su programa «Con Maduro+», específicamente en el segmento «Zona Digital», emitido este lunes 17 de noviembre. La convocatoria central es para el martes a las 6:00 p.m. (hora local), llamando a la feligresía de diversas denominaciones a elevar sus plegarias por la protección divina.
Un llamado a la fe y la conciencia global
El Jefe de Estado venezolano enfatizó la importancia de esta unión espiritual como un acto de fe y resistencia pacífica. «El pueblo de Venezuela se une en oración por la Paz, junto a nuestros hermanos cristianos de las iglesias de Estados Unidos,» destacó Maduro. La meta principal de esta convocatoria es abogar fervientemente para que Dios y Jesucristo intervengan y protejan a la República Bolivariana de cualquier agresión externa.
«Se unen en oración, yo me uno también y llamo a todas las iglesias evangélicas, cristianas, católicas a unirnos con las iglesias de EE. UU., en las oraciones, gran poder para vencer en esta situación donde queremos que siga triunfando la paz», sentenció el presidente, reconociendo el gran poder de la fe y la oración como herramientas para la victoria de la diplomacia y el entendimiento sobre el conflicto.
Rechazo a las agresiones: La voz de los cristianos de EE. UU.
Durante el segmento, el presidente Maduro compartió el contenido de una carta recibida de un influyente pastor y líder cristiano norteamericano. Esta misiva refleja la creciente preocupación y el rechazo de importantes sectores de la sociedad estadounidense hacia las políticas de agresión y las amenazas militares contra Venezuela.
Según el mandatario, esta comunicación subraya la existencia de un «gran movimiento de opinión pública en los EE. UU.» que se opone firmemente a cualquier acción hostil. Este movimiento, enraizado en principios de fe y respeto, es visto por el Gobierno venezolano como un pilar crucial para el diálogo y la comprensión mutua.
El pastor norteamericano expresó en su carta que el «propósito central es que Cristo tome el mando absoluto de esta situación y no permita que ningún soldado norteamericano, ni hoy ni jamás, dispare un solo tiro al pueblo de Venezuela”. Esta declaración resuena con el deseo de paz y el respeto a la vida que promueve el mensaje cristiano.
Puertas abiertas al diálogo
A través de sus redes sociales, el Jefe de Estado venezolano reiteró la posición invariable de su Gobierno a favor del diálogo y la diplomacia. Hizo un llamado directo a la clase política de los EE. UU. y la comunidad internacional.
«El que quiera dialogar, encontrará siempre en nosotros gente de palabra, decente y con experiencia para dirigir a Venezuela,» afirmó Maduro. Esta postura de apertura se mantiene firme, incluso en medio de las tensiones, reforzando la convicción de que la verdad está abriéndose camino. «Con la verdad se está levantando un gran movimiento de opinión pública en los EE. UU. que rechaza firmemente las agresiones contra Venezuela», concluyó.
La jornada de oración no es solo un acto religioso, sino un gesto político de gran calado humanitario, que busca hermanar a los pueblos por encima de las diferencias gubernamentales, confiando en que la fe y la razón prevalecerán sobre cualquier intento de violencia y confrontación. El pueblo venezolano, en sus diversas expresiones de fe, se mantuvo unido en la esperanza de un futuro de paz duradera.
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