Legisladores demócratas del Congreso de Estados Unidos denunciaron enérgicamente la política antidrogas de la Administración de Donald Trump, centrada en los bombardeos a embarcaciones supuestamente vinculadas al tráfico de fentanilo. Los congresistas señalaron que los ataques, que ya suman al menos quince y han dejado alrededor de 60 muertos, carecen de una estrategia clara y son, esencialmente, «asesinatos».
La condena surge tras una tensa audiencia a puerta cerrada del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, donde se esperaba que miembros del Pentágono ofrecieran detalles de la campaña militar.
Falta de Plan y Preocupación Creciente
El representante Jason Crow (D), al salir de la sesión, expresó su profunda preocupación por la ausencia de un plan coherente.
“No he oído hablar de estrategia, ni del objetivo final, ni de evaluación de cómo van a acabar con el flujo de drogas hacia Estados Unidos”, aseguró Crow, añadiendo que la información recibida lo dejó «aún más preocupado» sobre si la Administración tiene o no un plan serio para abordar el problema de las drogas en EE.UU.
Crow enfatizó que, si bien es crucial tomarse en serio el flujo de drogas, no escuchó nada que demostrara cómo la campaña de bombardeos logrará ese objetivo.
Ausencia de Expertos Clave y Acusación de Ilegalidad
Por su parte, la legisladora demócrata por California, Sara Jacobs, elevó el tono de la crítica a través de su cuenta en X, revelando que “ni los abogados ni los profesionales de inteligencia se presentaron” a la sesión informativa demócrata.
Jacobs no dudó en catalogar las acciones militares:
“No escuché nada que pruebe lo contrario: estos ataques son ilegales. Son asesinatos. Y deberían detenerse de inmediato”, escribió, instando al cese inmediato de la ofensiva.
Violación a la Separación de Poderes
Los ataques de los legisladores, en especial de la bancada demócrata, han sido constantes desde que el presidente Trump ordenó el primer ataque y declaró que EE.UU. estaba en un conflicto armado formal contra los cárteles de la droga.
La crítica central se enfoca en que esta campaña militar no solo es ineficaz, sino que también irrespeta la separación de poderes y la soberanía del Legislativo, ya que la facultad constitucional de declarar un conflicto armado corresponde técnicamente al Congreso.
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