
En una escalada de su política de mano dura contra la inmigración ilegal, el Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha anunciado la imposición de severas sanciones contra empresarios y altos funcionarios nicaragüenses por su papel en la facilitación de flujos migratorios irregulares hacia territorio estadounidense. La medida, hecha pública el lunes (17.11.2025), implica la revocación inmediata de visas a individuos identificados como «facilitadores conscientes de la inmigración ilegal».
Impacto en el sector privado y gubernamental
El portavoz del Departamento de Estado, Tommy Pigott, confirmó la acción a través de un comunicado, enfatizando que las sanciones apuntan directamente a la red que permite el tránsito ilícito de migrantes.
»Esto incluye a propietarios, ejecutivos y altos funcionarios de empresas de transporte, agencias de viajes y operadores turísticos», precisó Pigott, aunque optó por no revelar las identidades de los sancionados.
Las entidades representadas por estos individuos han sido señaladas por «facilitar viajes a través de Nicaragua», aprovechándose de lo que Washington califica como «políticas migratorias permisivas por diseño de la dictadura nicaragüense» encabezada por los copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Nicaragua como «atajo» migratorio
La decisión se fundamenta en la creciente preocupación de Washington ante la instrumentalización de Nicaragua como un punto de transbordo estratégico. En los últimos años, Estados Unidos ha acusado al Gobierno de Managua de convertir el país en un «atajo» para la llegada de miles de migrantes de diversas nacionalidades —incluyendo cubanos, haitianos, africanos y asiáticos—, muchos de ellos transportados mediante vuelos chárter, con el objetivo de continuar su ruta hacia el norte.
Esta no es la primera vez que Washington toma cartas en el asunto. En 2024, la administración de Joe Biden ya había impuesto sanciones similares, acusando a Managua de vender visas exprés a migrantes para agilizar su tránsito hacia la frontera estadounidense.
Advertencia de seguridad nacional
La administración Trump ha dejado clara su postura de «tolerancia cero» ante estas prácticas. El portavoz Pigott reiteró la advertencia del Departamento de Estado, afirmando que: «Estados Unidos no tolerará acciones que socaven su seguridad nacional o sus leyes de inmigración».
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de este año, el presidente Trump ha implementado una robusta y agresiva política antiinmigración ilegal, que incluye la promesa de deportaciones masivas y redadas, buscando disuadir el flujo irregular en todas sus etapas. Las sanciones de visas contra facilitadores nicaragüenses son una pieza clave en esta estrategia para desmantelar la infraestructura logística que sustenta la migración no autorizada, enviando un mensaje directo a cualquier actor que intente beneficiarse de la crisis fronteriza.
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