Agentes antimotines venezolanos lanzaron este jueves bombas lacrimógenas para dispersar pequeñas concentraciones de opositores en Caracas, impidiéndoles confluir en una marcha convocada contra el presidente Nicolás Maduro.
En horas de la tarde la PNB dispersó a manifestantes que iban camino a la Francisco Fajardo por lo que están retrocediendo y buscando por la avenida libertador llegar al Sambil.
En el oeste de la capital, donde el miércoles hubo disturbios en una multitudinaria movilización de opositores, se registraron disturbios en los sectores de Santa Mónica y El Paraíso, donde se habían concentrado decenas de personas, constataron periodistas.
«Menos de 100 personas nos estábamos concentrando, nos lanzaron gases lacrimógenos, dispersando la manifestación que ni siquiera estaba trancando el tránsito. Esto no va a poder con nosotros. Vamos a reagruparnos y a seguir», advirtió el dirigente opositor universitario Hasler Iglesias, en Santa Mónica.
En el Paraíso, el grupo se encontraba en la Av. O’Higgins cuando efectivos de la militarizada Guardia Nacional impidieron con gases que se reunieran los manifestantes.
«Igual que ayer, éste es un tema de resistencia», manifestó el diputado opositor Carlos Paparoni, en El Paraíso.
Una nutrida presencia de policías y militares fue desplegada en algunas vías estratégicas de Caracas y otras ciudades del país, con tanquetas que usualmente colocan de barrera contra el paso de los manifestantes.
Las intervenciones policiales de este jueves son acciones rápidas para frenar las protestas desde el inicio. Hasta ahora no se reportan incidentes mayores. Pero en otros puntos de la ciudad, grupos de opositores se están concentrando y empezaron a bloquear las vías.
Más temprano los dirigentes opositores Ramón Muchacho, María Corina Machado, Ismael García, Carlos Ocariz, se concentraron en el distribuidor Altamira.
Otro grupo de manifestantes partieron a la Francisco Miranda. Hay presencia de efectivos de la PNB y GNB desde Chacaíto hacia adelante, municipio Libertador.
El diputado Enrique Márquez aseguró que las marchas van a continuar, «se mantendrán con el fin que el gobierno entienda que elecciones y levantar desacarto de la AN».
El alcalde Ramón Muchacho, pidió marchar en una sola vía, mantener la concentración unida en un solo canal».
Se espera el pronunciamiento del diputado Henry Ramos Allup en la sede de Acción Democrática (AD). Aún la militancia no se concentra en este punto, ubicado en Los Cedros, Caracas.
Alianza Bravo Pueblo (ABP), sale desde plaza Brión de Chacaito y Voluntad Popular (VP), desde el distribuidor Santa Fe al este de Caracas.
Tras la multitudinaria marcha de la víspera, la oposición retó de nuevo al gobierno con movilizaciones que partirán de 26 puntos de Caracas para llegar hasta la Defensoría del Pueblo, en el centro de la capital.
Centenares de policías y guardias nacionales fueron desplegados en varios puntos de la ciudad y en la sede del organismo estatal.
El líder opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles pidió a sus seguidores vencer el miedo y combatir de forma pacífica la represión.
«No descansaremos hasta que en Venezuela se recupere el hilo constitucional», sentenció Capriles al advertir que la oposición mantendrá las protestas hasta que logre elecciones libres, un canal humanitario para alimentos y medicinas, la libertad de los presos políticos y el respeto a la Asamblea Nacional.
«Miedo tiene (Nicolás) Maduro», afirmó el dirigente al acusar al mandatario de utilizar a los cuerpos de seguridad para «reprimir al pueblo».
El gobernante reiteró la víspera que la oposición está promoviendo un golpe de Estado y descartó la posibilidad de ceder ante las presiones de sus adversarios.
Mientras se desarrollaban las protestas en Venezuela el miércoles, el gobierno de Maduro tomó el control de la planta de General Motors, acción que según la firma constituye un embargo ilegal de sus activos.
El fabricante de automóviles de Detroit dijo en un comunicado que otros activos -como los vehículos- fueron retirados de la planta y agregó que se defenderá legalmente. La empresa emplea a 2.700 trabajadores en Venezuela.
El líder del oficialismo y diputado Diosdado Cabello denunció la noche del miércoles que la oposición impulsa una «agenda desestabilizadora» para promover acciones violentas en todo el país y justificar una intervención en Venezuela de los organismos internacionales.
Maduro activó esta semana un plan militar para ampliar la presencia en las calles de los cuerpos de seguridad. Asimismo anunció la ampliación de las milicias a 500.000 civiles uniformados y prometió entregarle fusiles a cada uno de ellos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos manifestó su preocupación y sostuvo que el despliegue de fuerzas militares y civiles uniformados representa una «grave amenaza» a los estándares en materia de protección de la seguridad ciudadana y de los derechos humanos. Amnistía Internacional se sumó a los cuestionamientos y exigió a las autoridades venezolanas garantizar el derecho a la población a manifestar en las calles.
Al referirse a la crisis venezolana, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, afirmó que Washington está preocupado porque el gobierno de Maduro no permite a las voces de la oposición ser escuchadas y dijo que trabaja con otros a través de la OEA para comunicar las inquietudes sobre el caso.
Las tensiones políticas se reactivaron a fines de marzo luego de dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia en las que asumió las competencias de la Asamblea Nacional y limitó la inmunidad de los legisladores. La Asamblea quedó bajo el control de la oposición en 2016 luego de 17 años de estar en manos del oficialismo.
El máximo tribunal, señalado de ser afín al gobierno, revirtió a inicios de abril los polémicos dictámenes pero las protestas no han cesado.
Las manifestaciones, que se han extendido por tres semanas, han dejado ocho muertos -tres de ellos la víspera- más de un centenar de heridos y unos 500 detenidos, según estimaciones de la organización humanitaria Foro Penal Venezolano.
La Fiscalía General anunció el jueves la detención de un hombre por su presunta vinculación con la muerte de Paola Ramírez, de 23 años, quien falleció la víspera tras ser baleada durante una manifestación opositora en la ciudad suroccidental de San Cristóbal, en el estado de Táchira.