El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha expresado profunda preocupación por el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela luego de que se revelara la cancelación de los esfuerzos diplomáticos secretos que impulsaba la administración de Donald Trump para una solución pacífica a la crisis venezolana.
A través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), el mandatario colombiano reaccionó a un informe de The New York Times que detalla el fin de las conversaciones encubiertas entre la Casa Blanca y el gobierno de Nicolás Maduro. Según Petro, la falta de “audacia” en las negociaciones podría conducir a una peligrosa escalada hacia una intervención militar construida sobre “mentiras”.
Fracaso del Acercamiento Secreto
El informe del New York Times señala que la iniciativa, gestionada por el enviado especial Richard Grenell, fue suspendida por orden directa de Trump en una reunión con altos mandos militares. Las conversaciones secretas buscaban una solución pacífica, pero se frustraron ante la negativa del gobierno de Maduro de aceptar las demandas de Washington.
Fuentes cercanas a la negociación indicaron que entre las exigencias de Estados Unidos figuraban la salida del poder de Maduro y su aceptación de responsabilidad en relación con acusaciones de narcotráfico. Sin embargo, el gobierno venezolano rechazó categóricamente cualquier vínculo con el narcotráfico, lo que habría desencadenado el abrupto fin de los diálogos.
Postura agresiva y polarización
La cancelación de las negociaciones ha dado paso, según el New York Times, a una postura más agresiva por parte de influyentes figuras del gobierno estadounidense. El senador Marco Rubio, el director de la CIA, John Ratcliffe, y el asesor de seguridad nacional, Stephen Miller, son señalados como defensores de una línea más dura frente al chavismo.
En este contexto de tensión creciente, Washington aumentó a 50 millones de dólares la recompensa por la captura de Maduro, a quien Rubio ha calificado de «fugitivo de la justicia estadounidense» y «líder ilegítimo» en referencia a las acusaciones formales por narcotráfico.
La decisión de Trump también es vista como un obstáculo para las propuestas de diálogo planteadas por su sucesor, el presidente Joe Biden. Aunque Biden había abogado por una vía más diplomática que incluyera elecciones libres y un pacto político, el fracaso de los intentos de acercamiento anteriores pone en duda la viabilidad de un proceso pacífico en el corto plazo.
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