Steinmeier recordó este lunes a las autoridades rusas su promesa de respetar «la unidad de Ucrania».
«Juzgaremos a Rusia y al presidente (Vladimir) Putin a la luz de sus declaraciones, según las cuales la unidad de Ucrania no se pondrá en duda», declaró Steinmeier, en una primera reacción, en Twitter, a las elecciones en los territorios separatistas.
Poco antes, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, lamentó en un comunicado que las elecciones en el este insurgente de Ucrania constituyan «un nuevo obstáculo en la senda de Ucrania hacia la paz».
El domingo, los líderes prorrusos y sus respectivos partidos cosecharon una esperada victoria en los comicios presidenciales y legislativos celebrados en los territorios bajo su control en las regiones de Donetsk y Lugansk.
Rusia reconoció esos comicios, al contrario que el gobierno de Kiev, la Unión Europea y Estados Unidos. Como en los mejores tiempos de la Guerra Fría, estos comicios avivan las tensiones entre Occidente y Rusia, país al que europeos y norteamericanos acusan de apoyar a los separatistas. Estos tienen su feudo en parte de la región industrial del Donbass, no controlada por el gobierno ucraniano prooccidental.
Kiev ha calificado de «farsa» estos comicios, que pueden consolidar el control de los prorrusos sobre estos territorios, tras un conflicto de más de seis meses que ha dejado más de 4.000 muertos.
Rusia «respeta» resultado de comicios
Por su lado, Moscú dijo «respetar» el resultado de estos comicios presidenciales y legislativos en las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, y aseguró que los mandatarios electos deben ahora «resolver los problemas prácticos y restablecer la vida normal» en estas regiones.
«Las elecciones en las regiones de Donetsk y de Lugansk se llevaron a cabo en calma, con una tasa alta de participación», indicó el ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
Durante la votación del domingo, un portavoz militar ucraniano denunció por su parte el despliegue «intenso de equipamientos y de tropas» procedentes de Rusia.
Los medios de comunicación ucranianos habían mostrado previamente imágenes de varias decenas de camiones militares sin identificación, presentados como «una columna rusa en las calles de Donetsk».
Los insurgentes prorrusos se levantaron en armas en abril pasado, al mes siguiente de que Moscú se anexionara la península de Crimea, una decisión no reconocida internacionalmente.
Rusia justificó la anexión alegando que debía proteger a los ciudadanos de origen ruso, mayoritarios en Crimea, tras la revolución prooccidental y nacionalista que se produjo en Kiev a fines de febrero.
Respecto al este ucraniano, Moscú afirma que solamente proporciona a los rebeldes apoyo humanitario y político, pero no militar, contrariamente a lo que afirman los occidentales.