El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abrió sorpresivamente la puerta a un posible diálogo con el líder venezolano, Nicolás Maduro, la noche de este martes 25 de noviembre. Las declaraciones se producen a pesar de la reciente designación de miembros del régimen venezolano como líderes de una organización terrorista extranjera, marcando un matiz inesperado en la postura de Washington.
En un encuentro con medios de comunicación antes de abordar el Air Force One, el mandatario republicano confirmó que su administración está «discutiendo los diferentes pasos» para establecer una conversación con el líder oficialista venezolano, siempre y cuando se traten temas «suficientemente interesantes».
⚖️ El Dilema de la Negociación: ¿Manera Fácil o Difícil?
Al ser interpelado sobre la aparente contradicción de dialogar con un líder recientemente sancionado por terrorismo, Trump justificó la potencial apertura. «Si podemos salvar vidas, si podemos hacer las cosas de la manera fácil, está bien. Y si tenemos que hacerlo de la manera difícil está bien también», sentenció, sugiriendo que la diplomacia podría ser una vía preferente, aunque no exclusiva.
Sin embargo, el presidente mantuvo en reserva los objetivos específicos de tal conversación, indicando que «probablemente todos deberían saber cuál es el objetivo».
🚨 Foco en la Migración y el Crimen Transnacional
Trump aprovechó la ocasión para reiterar sus fuertes críticas hacia Venezuela, centrándose en el impacto migratorio y la seguridad fronteriza. Acusó al país caribeño de causar «muchos problemas» y de haber enviado a Estados Unidos a «millones de personas que probablemente fueron el mayor abusador».
Entre los grupos criminales que supuestamente han sido «tirados en Estados Unidos», el presidente nombró directamente a estructuras delictivas como el ‘Tren de Aragua’, así como a «traficantes y señores de las drogas» y, más grave aún, a personas «que enviaron de sus cárceles y prisiones». «Abrieron sus cárceles y prisiones y los tiraron en Estados Unidos. No estamos contentos con eso», finalizó Trump, vinculando la necesidad de una solución, ya sea diplomática o coercitiva, con el control de las dinámicas de seguridad transfronteriza.
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