
La Unión Europea (UE) mantiene una línea de prudencia diplomática ante el notable incremento de la tensión en el mar Caribe, generado por el sostenido despliegue de buques, portaaviones y aeronaves de Estados Unidos, una acción percibida como una potencial escalada con Venezuela. Aunque algunos miembros han expresado su preocupación, el bloque comunitario, en general, prioriza un discurso centrado en la diplomacia y la distensión.
🇫🇷🇩🇪 Diferencias Internas y Llamado Alemán a la Legalidad
Pese a la cautela general, ha habido fisuras en el bloque:
Rechazo y Distancia: Gobiernos como Francia y España han manifestado su rechazo a las operaciones de la Administración Trump contra embarcaciones acusadas de narcotráfico. El Reino Unido ha adoptado una posición más distante, reduciendo el intercambio de inteligencia con Washington para evitar vincularse a maniobras que podrían infringir el derecho internacional.
Llamado Inequívoco de Alemania: El portavoz del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania, Josef Hinterseher, reiteró la posición de diálogo y distensión. Subrayó que Berlín carece de información suficiente para evaluar las acciones estadounidenses y recordó que cualquier operación debe ajustarse estrictamente al marco del derecho internacional. «Corresponde a Estados Unidos explicar cómo interpreta este marco jurídico y cuál es la base de su actuación,” señaló Hinterseher.
🛑 Debate Jurídico: Soberanía y Terrorismo
El debate sobre la legalidad de las operaciones de EE. UU. ha despertado inquietud en instituciones europeas. Expertos consultados por DW cuestionan la justificación legal de los ataques a lanchas en aguas internacionales y la catalogación de cárteles como grupos terroristas.
Florian Huber, de la fundación Heinrich Böll, advirtió que catalogar a los cárteles como terroristas para justificar operaciones bajo la lógica de un conflicto armado «pone en duda la soberanía nacional e integridad territorial». Huber sostiene que esta estrategia difumina los límites entre el combate al narcotráfico y las intervenciones con fines políticos, alimentando la desconfianza en países como México y Colombia.
🇻🇪 Fragilidad Institucional, el Mayor Desafío
Para las fundaciones alemanas con presencia en América Latina, la crisis entre Estados Unidos y Venezuela añade incertidumbre, pero no altera el trabajo cotidiano, cuyos desafíos siguen siendo estructurales.
Kristin Wesemann, directora de la Fundación Konrad Adenauer en Colombia, explicó que los principales problemas están vinculados a la fragilidad institucional venezolana. «Sin instituciones democráticamente legitimadas, cualquier forma de cooperación internacional se vuelve extremadamente difícil», afirmó.
Wesemann concluyó que la falta de previsibilidad en Venezuela complica la coordinación de temas clave como seguridad, migración y economía, y que la región necesita socios democráticos y que operen bajo el Estado de derecho.
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