Transgresiones alimentarias, el poco consumo de agua y la ingesta de exceso de grasa en los alimentos, promueven la generación de enfermedades de las vías biliares -hígado y vesícula-, tal información la suministró el doctor Mervin Urbina, Jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Maracaibo.
Continuó el doctor Urbina señalando que en el Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo (SAHUM) se atienden por este motivo una gran cantidad de pacientes que padecen del hígado y la vesícula “la vesícula biliar es más conocida por los potenciales problemas que puede ocasionar, ya que es el lugar de asiento de los cálculos de sales biliares (piedras pequeñas) que obstruyen la vía biliar y generan patologías inflamatorias que, en algunos casos, pueden eliminarse con medicamentos, y en muchos otros deben tratarse quirúrgicamente. A la inflamación de la vesícula biliar se le llama colecistitis y a la presencia de cálculos en dichas vías colelitíasis. Las vías biliares además de obstruirse, pueden ser asiento de tumores”, señaló.
El SAHUM: multidisciplinario en el tratamiento de hígado y vesícula
El doctor Urbina destaca que existen dos maneras de abordar las enfermedades hepatobiliares -hígado y vesícula- ya que dependiendo de la afectación el tratamiento será conducido con tratamiento nutricional, antiinflamatorios y antibióticos; si esta terapia no es suficiente, se recurre a la intervención quirúrgica. “aquí en el Universitario recibimos a los pacientes por Emergencia en donde se procura aliviarle el dolor; seguidamente es valorado por el Servicio de Gastroenterología, en donde contamos con un excelente equipo que trata estas enfermedades hepato-biliares , intervienen también los Servicios de Medicina Interna y Cirugía para definir el tratamiento a utilizar; si requiere de tratamiento lo hospitalizamos por medicina interna y si requiere intervención quirúrgica (convencional o laparoscópica) entra al servicio de Hospitalización de Cirugía”, agregó.
Incidencia, prevalencia y síntomas a considerar
“La incidencia de casos de patologías de hígado y vesícula atendidas en el SAHUM es bastante alta; y lo más problemático es que los pacientes son jóvenes obesos que llegan aquí con dolor en la parte superior del abdomen tipo cólico, nauseas, sudoración, vómitos (intolerancia a granos y lácteos) ; en muchos casos, llegan a nuestras manos con complicaciones que pueden ser desde una ruptura espontánea de la vesícula, produciéndose peritonitis biliar lo cual es de muy mal pronóstico y hay que evitarla”.
Patologías de la vesícula
Indicó el Jefe del Servicio de Medicina Interna que la vesícula se enferma elementalmente a través de la inflamación de sus paredes sin la existencia de cálculos (colecistitis acálculosa); por síndrome de bilis espesa y es atacada también por la formación de cálculos biliares “la colecistitis acalculosa se presenta principalmente por las transgresiones dietéticas relacionadas con el consumo excesivo de grasas y granos que provoca un trabajo excesivo al momento de la digestión provocando inflamación. Otras causas de esta patología son las enfermedades de tipo inmunológico y las de tipo infeccioso”.
Para finalizar explicó que el síndrome de bilis espesa obedece a desordenes metabólicos principalmente y los cálculos biliares -que ocasionan mucho dolor- surgen por el poco consumo de agua (deshidratación) y la ingesta de alimentos de poca calidad en mucha cantidad. La función de la vesícula es almacenar y concentrar la bilis secretada por el hígado y que alcanza la vesícula a través de los conductos hepático y cístico, hasta ser requerida por el proceso de la digestión. Almacena la secreción biliar hasta que un estímulo adecuado causa su liberación por la contracción de su pared muscular. La secreción de la bilis por la vesícula es estimulada por la ingesta de alimentos; sobre todo cuando contiene carne o grasas, en este momento se contrae y expulsa la bilis concentrada hacia el duodeno. La bilis es un líquido de color pardo verdusco que tiene la función de emulsionar las grasas, produciendo microesferas y facilitando así su digestión y absorción, además de favorecer los movimientos intestinales, evitando así la putrefacción. Las situaciones que retrasan u obstruyen el flujo de la bilis provocan enfermedades de la vesícula biliar.
Nota de Prensa SAHUM
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