
¿Qué es la «sindemia»? y cómo afecta al nuevo coronavirus. Entérate
Cuando la salud mundial está amenazada por la crisis del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, un reciente estudio demuestra que las enfermedades crónicas, junto con una sanidad pública ineficaz, ya amenazaban la salud del planeta antes de que apareciera el SARS-CoV-2. Esta situación ha dado lugar a lo que los expertos denominan ‘sindemia’, que es una conjunción de varias enfermedades y factores sociales que agravan las consecuencias de cada patología existente, sobre todo en una emergencia sanitaria.
Así lo expone el estudio ‘Five insights from the Global Burden of Disease Study 2019’ (que significa en español Cinco Ideas del Estudio sobre la Carga Mundial de Enfermedades 2019), publicado este jueves 15-O por la revista médica inglesa The Lancet, que solicita a las autoridades sanitarias de todos los países a tomar «medidas urgentes» para atajar lo que dicha revista denomina «tormenta perfecta»que se ha estado fraguando durante las últimas tres décadas en el mundo.
Enfermedades No Transmisibles
Así, según los autores, la epidemia que desde años anteriores enfrenta la humanidad y que hoy se une al coronavirus es la de las Enfermedades No Transmisibles (ENT), con especial mención al sobrepeso y la obesidad, que conlleva aumentos en la presión arterial y en los niveles de azúcar en sangre.
Además, por primera vez se ha constatado que las cifras de enfermedades cardiovasculares han dejado de caer en varios países e incluso, han aumentado en algunos. El estudio, desarrollado por el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington y liderado por su director, Christopher Murray, estudia 286 causas de muerte, 369 enfermedades y lesiones y 87 factores de riesgo en 204 países del globo.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ya ha afirmado que este informe «muestra la escala del desafío que enfrentamos».
Avance de enfermedades crónicas
El estudio desgrana cuáles son las enfermedades crónicas que más han aumentado en las últimas décadas, y esas son: la hipertensión, la hiperglucemia, el aumento del índice de masa corporal (IMC), la hipercolesterolemia y las enfermedades cardiovasculares.
Su ascenso, según el informe, podrían hacer que el aumento del ciclo de vida vivido en los últimos años llegue hasta un punto de inflexión a partir del cual se estanque o, incluso, retroceda en algunos países de altos ingresos. La mayoría de esas dolencias son evitables y/o tratables. Para ello habría que cambiar los hábitos poco saludables alimenticios, en especial la calidad de la dieta, la ingesta calórica y la actividad física. Por lo que sería necesario invertir en atención normativa, en salud pública y en investigación.
La importancia de abordar estas patologías se recrudecen en momentos como el actual, donde los análisis ya señalan que factores como la obesidad, la diabetes o los problemas cardiovasculares están asociados a mayor riesgo de muerte por Covid-19, por el mero hecho de ser enfermedades preexistentes.
Principales factores de la pérdida de salud
El estudio identifica además los diez principales factores responsables de la pérdida de salud a nivel global desde hace 30 años. Los que afectan principalmente a adultos mayores son la cardiopatía isquémica (con un aumento del 50 %), la diabetes (del 148 %), los accidentes cerebrovasculares (32 %), la enfermedad renal crónica (93 %), el cáncer de pulmón (69 %) y la sordera parcial relacionada con la edad (83 %). Otros cuatro son frecuentes desde la adolescencia: el VIH/sida (128 %), los trastornos musculoesqueléticos (129 %), el dolor lumbar (47 %) y los trastornos depresivos (61 %), según The Lancet.
Además de eso, el informe solicita que las autoridades de todo el mundo adopten medidas de forma urgente para mejorar sus sistemas públicos de salud y que se esfuercen para reducir las desigualdades que hacen más vulnerables a una gran parte de la población global.
Malas noticias para el primer mundo
Las peores consecuencias de esta situación se desarrollan en los países más ricos, frente a aquellos países con menos ingresos, ya que estos últimos han hecho progresos importantes que han elevado su calidad de vida y han reducido la incidencia de ciertas enfermedades contagiosas, que llegaron a ser frecuentes, como la malaria o el sida.
Ahora, el reto reside en ajustar los sistemas sanitarios para atender a una población que vive por más años, pero con menos calidad de vida, es decir, con menos salud. La esperanza de vida sana no ha avanzado a la misma velocidad que la esperanza de vida general en 198 de los 204 países estudiados: las personas están viviendo más años, pero más tiempo con mala salud.
Caso de España por ejemplo
En España las principales causas de muertes por enfermedades no transmisibles en el 2019 fueron la cardiopatía isquémica, que provocó 53.600 fallecimientos; el accidente cerebrovascular, con 37.100; la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), 31.200; el Alzheimer y otras demencias, con 29.300; y el cáncer de pulmón, con 24.500 muertes.
Además, los cinco grandes factores de riesgo que provocaron una pérdida de salud en el país en 2019 fueron: la hipertensión sistólica, que causó unas 72.100 muertes; el tabaco (69.900); la glucosa plasmática en ayunas elevada (54.500); los hábitos alimenticios (42.900); y el IMC alto (42.000). Datos y aportes hechos por la revista en el estudio publicado.
Simón Sánchez
www.diariorepublica.com Con Información de RT/Diario República