Después de 1940, la incidencia de cáncer ha aumentado en todos los países industrializados, sobre todos después de 1975 en personas jóvenes. En los Estados Unidos la tasa de cáncer ha crecido a un ritmo de 1.6% por año en las mujeres menores de 45 años, y 1.8% en los hombres. En Francia, el aumento ha sido de 60% en los últimos 20 años.
Según el departamento de Epidemiologia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el aumento también se ha detectado en los niños y adolescentes luego de 1970.
Algunos autores han denominado este fenómeno una Epidemia de cáncer en el mundo occidental. Técnicamente podemos hablar del termino epidemia debido a que existe un aumento elevado de casos de esta enfermedad.
Este fenómeno estadístico se ha venido demostrando luego de la segunda guerra mundial y tiene una estrecha relación con el desarrollo industrial. Tres factores se han relacionado con estos cambios en los últimos 50 años:
- El aumento considerable del consumo de azúcar
- El aumento considerable del consumo de grasas
- La exposición de múltiples productos químicos que no existían antes de 1940
El consumo del azúcar es un tema de preocupación. Antes de 1830 el consumo de azúcar era de 5 kg por persona al año y para finales del siglo XX paso a 70 kg en el mundo occidental. Este aumento del consumo ha tenido efecto demostrable en la salud de la humanidad.
El biólogo alemán Otto Heinrich Warburg recibió el premio nobel de la medicina por haber descubierto que el metabolismo de los tumores cancerosos eran dependientes del consumo de glucosa. De hecho uno de los métodos modernos para detección del cáncer es por medio del CT-PET el cual utiliza un derivado de la glucosa. Si una región del cuerpo se distingue de otras por un consumo excesivo de glucosa, existe una alta probabilidad de que existe un cáncer en esa zona anatómica. Entre los alimentos con índice glicémico elevados tenemos el azúcar, harinas blancas (pan blanco, ponquesitos, tortas, etc ), miel, sirop de maíz, frutas confitadas, jugos industriales, refrescos, postres en general. Por el contrario existen alimentos con índice glicémico bajo como los edulcorantes naturales como el Xylitol, pan multicereal, frutas en estado natural, cereales completos entre otros.
La humanidad se ha dejado seducir por la alimentación industrial que tiene alto contenido de grasas hidrogenadas, de alto contenido de ácidos grasos omega 6. Este tipo de grasa prácticamente no existía antes de la segunda guerra mundial, pero su producción y consumo se elevó luego de 1940. Podemos encontrar este tipo de grasa en aceites comestibles de girasol, soya, maíz, margarina, frituras, papas fritas, chips, grasas animales, productos lácteos, comida rápida entre otros.
Igualmente luego de 1940 se ha venido incrementando la exposición a contaminantes industriales que se van acumulando en las grasas animales, el agua y el aire. Es una paradoja pensar que podemos vivir con buena salud en un planeta enfermo. Como la explosión en el consumo de azúcar y de grasas omega 6, la aparición de sustancias toxicas en nuestro medio ambiente –y nuestro cuerpo– es un fenómeno radicalmente nuevo. La producción anual de sustancias químicas sintéticas paso de 1 millón de toneladas en 1930 a 200 millones hoy en día. Ya en 1970 la investigadora Devra Lee Davis público en la revista Science «El cáncer y la producción química industrial». El Centro internacional para la investigación del cáncer de la OMS publico una lista de productos cancerígenos presentes dentro del ambiente. Entre estos productos están el benzeno (presentes en ciertos plásticos, detergentes, pesticidas), insecticidas químicos, productos de limpieza-desinfectantes que contienen alqui fenoles (octoxinol,octifenol, etc), cosméticos que contienen parabenes. Basta con escribir esta palabra en internet para sorprenderse la gran cantidad de productos cosméticos como cremas para las manos, para la cara, reafirmantes, champus, perfumes, producto de afeitado o depilación, que contienen este preservante por ser barato y a la vez insecticida.
Quisiera dar algunas recomendaciones para protegernos del cáncer. En primer lugar podemos limitar en lo posible la exposición a los factores tóxicos del ambiente: utilizar recipientes de vidrio o cerámica, evitando los recipientes de plásticos en el micro onda. Cocinar en sartenes de teflón intactos en vez de los rayados o en mal estado. Utilizar vinagre como producto de limpieza en lo posible. Revisar las etiquetas de los productos cosméticos que utilizamos.
Disminuir el consumo excesivo de azúcar refinada, de harinas blancas y de ácidos grasos omega 6 serán los primeros pasos para una población sana, equilibrada y feliz. Evitar las comidas rápidas, refrescos, jugos industriales y fast food. Educar a nuestros niños dándole el ejemplo mediante una alimentación balanceada, rica en frutas, legumbres, granos y cereales.
Finalmente en otro artículo comentaré acerca de la dieta anti cáncer y sus resultados médicos.
Dr. Gustavo Soto
Cirujano Oncólogo – Mastólogo
Miembro de la Sociedad Venezolana de Oncología
Miembro de la Sociedad Venezolana de Mastología
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