
El sector calzado en Venezuela atraviesa un panorama de profunda preocupación. El presidente de la Cámara Venezolana de Calzado y Componentes (Cavecal), Tony Di Benedetto, reveló este viernes que las unidades vendidas durante 2025 se encuentran un 15% por debajo de las registradas el año anterior, una clara señal del debilitamiento de la producción nacional frente a los desafíos económicos y la competencia desleal.
A pesar de este retroceso en las ventas totales, Di Benedetto apuntó un dato que refleja un cambio en los hábitos de consumo: el consumo per cápita de calzado ha logrado aumentar, estimándose ahora en un promedio de tres pares por persona al año.
Altos costos y pérdida de picos de venta
En una entrevista concedida al programa A Tiempo de Unión Radio, el líder gremial subrayó que la industria se enfrenta a una realidad de costos operativos «demasiado elevados», lo que dificulta significativamente establecer el precio real y competitivo de un par de zapatos hechos en el país.
El impacto de la crisis se ha sentido fuertemente en las épocas que históricamente impulsaban la demanda. Di Benedetto lamentó la «pérdida del efecto» de los tradicionales picos de ventas. «Los picos que se registraban en Navidad, el Día de la Madre y el Día del Padre ya no existen», afirmó. Según el presidente de Cavecal, se ha diluido la «ilusión de estrenar zapatos», un fenómeno que atribuye al bajo valor de muchos productos en el mercado, permitiendo a los consumidores postergar la compra y usar el calzado por períodos más largos.
Competencia desleal y solicitud de políticas gremiales
El mayor escollo para la producción local sigue siendo la competencia desigual con las importaciones. Di Benedetto reiteró la urgencia de aplicar medidas para controlar el ingreso de calzado foráneo, detallando que un gran volumen de productos entra al país procedente de Colombia y Brasil, y también en la modalidad de contrabando e incluso como «zapatos usados».
El sector calzado no se opone a la importación legal, pero enfatiza en la necesidad de equiparar las condiciones. «No estamos en contra de las importaciones, pero deben ser legales y pagar los aranceles correspondientes para que se equiparen con la producción nacional», sentenció.
Para paliar esta crítica situación y reactivar la industria, Cavecal insiste en dos pilares fundamentales:
Un plan de financiamiento sostenible que permita a las empresas nacionales modernizar su maquinaria y aumentar su capacidad de producción.
Un mayor y más estricto control del contrabando para proteger la producción y el empleo venezolano, que ha visto una reducción en el número de fabricantes activos.
La Cámara hace un llamado urgente a las autoridades a tomar en consideración estas propuestas, buscando asegurar que la industria nacional pueda mantener su compromiso de calidad y alcanzar un nivel competitivo que le permita recuperar la participación de mercado que históricamente ha tenido.
www.diariorepublica.com



