Los crímenes no cesan, las balas caen en las trillas como lluvia de granizo y los robos son “el pan de cada día” al oeste de Maracaibo. La violencia desatada convierte a las parroquias Francisco Eugenio Bustamante, Antonio Borjas Romero e Idelfonso Vásquez como las más violentas de la capital zuliana.
En sus pequeños barrios está el reino del microtráfico de drogas, el epicentro de la mafia de la extorsión y un enorme “enfriadero de carros”. A diario, al menos, hay un homicidio en estos territorios “dominados” por la delincuencia y carentes de seguridad que ocupan 96 de los 395 kilómetros cuadrados de extensión que tiene Maracaibo.
El secretario de Seguridad y Orden Público del estado Zulia, Julio Yépez Castro, declaró que en estas tres parroquias tenían el repunte de los índices delictivos del municipio, desde mayo.
Según las estadísticas del plan Patria Segura en el Zulia, la parroquia Francisco Eugenio Bustamante es la más peligrosa, en ella se cometen el 47% de los delitos de toda Maracaibo, le sigue “Antonio Borjas Romero” con un 15% del índice delictivo y por último “Idelfonso Vásquez” al tener un 12% de violencia.
Con base en estas cifras, las tres parroquias juntas representan un 74% de toda la delincuencia de la capital zuliana, dejando así a las otras parroquias con el 26% restante.
Fuentes ligadas a la policía científica indicaron que la cuarta parroquia más peligrosa es Coquivacoa, donde se ha incrementado la guerra entre bandas delictivas y el hurto de piezas automotrices y robo de vehículos.
“Francisco Eugenio Bustamante” está dividida en ocho cuadrantes del plan de Patrullaje Inteligente a cargo de la Policía Nacional Bolivariana. Hay un total de 317 funcionarios distribuidos en tres turnos de ocho horas que vigilan los 96 barrios, parcelamientos, sectores y urbanizaciones que tiene la parroquia.
En las calles abunda el robo agravado a mano armada, el sicariato, violencia de género y la extorsión, indicaron fuentes de la PNB. Según los números a la semana se registran más de 100 denuncias entre estos delitos.
Los policías que patrullan en esa zona denominada “roja” precisan que los barrios Las Trinitarias, 19 de Abril, La Lechuga, Día de las Madres, Ezequiel Zamora y Las Mercedes, tres de ellos pertenecen al cuadrante 27.
Autoridades de la PNB declararon que el delincuente en Francisco Eugenio Bustamante “muta”.
“El hampón cambia constantemente de delito, modus operandi y la zona donde ataca, se mueve con frecuencia”, afirma.
En “Antonio Borjas Romero”, hay barrios en los que los funcionarios no entran, a decir de los mismos efectivos que recorren los sectores. Está dividido en seis cuadrantes resguardados por el Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia.
“Las calles son de difícil acceso para los vehículos, los delincuentes apenan ven la patrulla, disparan desde las casas y no temen en enfrentarse con armas largas”, dijo un uniformado.
La lista de los barrios más violentos es más larga. La policía coincide en que Casiano I, II y III es “territorio del hampa”. “Le caen a tiros a los efectivos y les roban las motos”, comentaron.
A “Casiano” le siguen: La Revancha, Los Ríos, Calendario, Zulia, Libertador, Antonio José de Sucre, El Níspero, La Mano de Dios y Ezequiel Zamora.
Es frontera con “Francisco Eugenio Bustamante”, es por ello que los delincuentes se mueven entre sus barrios.
“Las bandas delictivas de ‘El Ocho’ y ‘El Perro’ controlan la mayoría de los robos agravados que se cometen en la parroquia”, aseguraron voceros policiales. Entre los dos grupos hamponiles hay más de 80 hombres “preparados y listos” para matar y robar.
A diferencia de las primeras dos parroquias, en Idelfonso Vásquez “manda” la violencia de género. Cerca de diez denuncias al día se reciben en las comandancias policiales más las que se callan “por un problema de la cultura wayuu” dijeron las autoridades.
Es la tercera más peligrosa de la ciudad dividida en cinco cuadrantes de plan de Patrullaje Inteligente en los que vigilan 181 funcionarios de la PNB, distribuidos en tres turnos.
Según los voceros del organismo, el problema radica en el precario acceso que tiene la policía a lo más remoto de los barrios. “Las patrullas no pasan por las angostas trillas y hay deficiencia de motorizados”, aseguraron.
Este aspecto, según los cuerpos de seguridad, facilitan que “Idelfonso Vásquez” sea un “gran enfriadero de carros”. “En esta parroquia traen los vehículos que se roban en toda Maracaibo y los pican para vender sus piezas o los ‘aguantan’ mientras piden rescate”, detalló el vocero. Los carros pequeños y los que no tienen sistema satelital son los que más se roban.
Las zonas más críticas son los barrios 23 de Marzo, Virgen del Carmen, Cujicito, Motocross, Palo Negro, 4 de Abril, Catatumbo, Rafito Villalobos, Cardonal Norte y Brisas del Norte, donde hasta “los perros están armados”.
Los residentes de las tres parroquias dicen que hay “poco patrullaje en las calles y que se acentúa por las noches”.
El abogado penalista y criminólogo, Luis Izquiel, analiza la situación y asegura que según las normas internacionales deben existir cuatro funcionarios preventivos y uno de investigación (cicpc) por cada mil habitantes para garantiza seguridad a la ciudadanía.
En Francisco Eugenio Bustamante e Idelfonso Vásquez no se cubre esta cuota. Hay solo dos uniformados por cada mil habitantes por turno de ocho horas.
“Se tiene desprotegido al ciudadano”, dijo Izquiel.
Para el abogado, el otro factor que incide es en la falta de equipos e insumos para el patrullaje.
“En el año 2011 el Ministerio de Interior y Justicia emitió la resolución 17.530 en la que los cuerpos policiales estadales y municipales solo pueden usar una escopeta calibre 12mm por cada diez funcionarios y limitó el uso del armamento de guerra para las fuerzas armadas, esto ocasionó un desarme a la policía”, expresó.
El general Yépez Castro informó a PANORAMA que se está redoblando la seguridad en estas tres parroquias y se realizan a la semana operativos de profilaxia en los barrios más violentos.
El hampón se sigue moviendo y mudando de barrio a barrio. Mientras que la “tranquilidad” de algunas parroquias merma y se convierten también en zonas rojas. Los vecinos esperan una pronta acción para sentirse seguros.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com