
El dolor y la consternación caminan en cada una de las calles del sector El Aserradero del municipio Valmore Rodríguez, de la COL.
La muerte de los cinco integrantes de la familia Silva Medina apagó de un soplo la alegría por la cercanía de las festividades de Navidad y Fin de Año.
El grupo había salido a las 9:00 de la mañana del miércoles de su casa en Bachaquero, dos horas después todos estaban muertos.
La fatalidad se produjo en la carretera hacia San Pedro, en un tramo de la carretera Panamericana que conduce a Carora, cuando el Caprice en el que viajaban impactó de frente contra un camión de carga que viajaba en dirección contraria.
Cuatro de los ocupantes murieron en el acto mientras que el hijo varón, Jesús José, lo hacía durante el trayecto en ambulacia hacia el hospital de Valera, en el estado Trujillo.
“Es una tragedia, un golpe directo al corazón de nuestro barrio. Todavía no salimos de nuestro asombro”, comentaba una de las asistentes al velorio en casa de la familia, donde el féretro de Jesús José Silva Medina, de 24 años, era el único que reposaba en el garaje de la vivienda, a la espera del resto.
Jesús había recibido su título de Ingeniero en sistemas, en octubre, de una universidad privada, esperaba pasar las fiestas decembrinas para comenzar con la búsqueda de empleo, como lo quería su padre Henry Silva, de 55 años, empleado desde hace cinco lustros en la empresa petrolera, la misma en la que laboraba su esposa Oleida Medina, de 45, desde hacía año y cinco meses en la supervisión de la construcción de las casas de misión Vivienda por la estatal.
“Eran muy unidos, era una familia especial que colaboraba con todos y ayudaba a los que lo necesitaban”, añadió Carmen Álvarez, vecina y amiga de la familia fallecida.
“Ellos iban todos los años a San Pedro a pasar las fiestas con el papá del señor Henry, este año iban a quedarse el 24 allá y el 31 aquí en Bachaquero, pero no sabemos por qué agarraron esa carretera. Siempre usaban la vía de Agua Viva”, relató desconcertada Yenny Hernández, prima de Oleida.
Describió a María de los Ángeles Álvarez, la pequeña de nueve años, como una soñadora y alegre niña: “Coqueta como ella sola… Estaba en dos agencias de modelaje, Henry y Oleida la criaron desde que tenía pocos meses de nacida, era su hijita pequeña y se la llevaban a todas partes…”.
Joselín Andrea, la mayor de los hijos, estudiaba los últimos semestres de su carrera universitaria en la universidad de Ciudad Ojeda.
Durante la pimera hora de la noche los cuerpos de Henry, Oleida, Joselín y María de los Ángeles se reunieron nuevamente en la casa familiar, la que aún conserva algunos adornos navideños.
Los cinco miembros de la familia Silva Medina realizarán hoy el último viaje cuando sus cuerpos sean depositados en el camposanto de la localidad de la Costa Oriental del Lago.
Vía Panorama
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