Un estudiante de Medicina Veterinaria, de unos 25 años de edad, identificado como Darwin Ramón Moreno Vivas, con residencia en Naranjales, municipio Fernández Feo del estado Táchira, quien laboraba en una unidad de producción del estado Zulia, fue ultimado de un tiro en la espalda, al parecer para despojarlo de unos dólares que llevaba consigo, según trascendió de manera extraoficial el hecho.
De acuerdo con las primeras versiones, el suceso habría ocurrido a eso de las 4:00 de la tarde del pasado viernes, 04 de junio de 2021, en momentos en que Darwin Ramón retornaba en su motocicleta a la unidad de producción «Las Mercedes», en la parroquia Santa Bárbara, municipio Colón del estado Zulia, en donde desde hace un año aproximadamente, ejercía funciones de capataz y además, apoyaba a los pasantes de su antiguo colegio Fe y Alegría.
En ese trayecto habría sido interceptado por el o los homicidas, recibiendo un tiro en la espalda, que se presume acabó con su vida a los pocos instantes de haberse topado con los delincuentes.
Detectives del Eje Contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas —CICPC— del estado Zulia, procedieron con las experticias de rigor, para luego practicarle al cadáver la autopsia de ley. En horas de la tarde de este sábado fue trasladado a su casa materna, ubicada en el sector 27 de Febrero de Naranjales, en Fernández Feo, zona sur del Táchira.
Consternación por su muerte
Ex compañeros y familiares, consternados por la noticia, lo recuerdan como una persona honesta y trabajadora que no merecía morir de esta manera tan cruel –nadie, en realidad-.
El joven estudió en la Escuela Técnica Agropecuaria «Pbro. Rubén Darío Mora», perteneciente al Movimiento de Educación Popular Integral Fe y Alegría, de la citada localidad, donde recibió el título de bachiller técnico medio en Agropecuaria, mención Pecuaria, en el año 2015.
Posteriormente, en su afán por profesionalizarse aún más en ese ámbito, inició estudios de Medicina Veterinaria en Coro, estado Falcón, y luego pidió traslado a la Universidad Nacional Experimental Ezequiel Zamora de Barinas -Unellez-, pero por cuestiones económicas había congelado los estudios.
«Él era una persona humilde y muy trabajadora. Era incansable en el trabajo, ya que le decían vamos a hacer algo y, por muy difícil que fuera, respondía con un ‘vamos a hacerlo’, sin buscar pretextos. Además, era un muchacho muy cariñoso, le gustaba bastante echar broma y hacernos reír. También era emprendedor, no se quedaba parado; buscaba la formar de ganar dinero por su propia cuenta», comentó Miriam Daniela Jaimes, ex compañera de estudios del joven asesinado.
De momento, no trascienden más informaciones sobre el caso de su homicidio. El Cicpc hace las averiguaciones pertinentes.