Las autoridades de Brasil informaron que descubrieron una banda que se especializaba en el tráfico de personas procedentes de Bangladesh.
Los trabajadores eran engañados por sus propios connacionales con promesas de ganar hasta US$1.500 al mes.
Pero la policía asegura que terminaban trabajando en condiciones de esclavitud en la industria de la construcción con el fin de pagarle a las bandas de traficantes cerca de US$10.000 para que pudiesen ingresar al país desde Perú, Bolivia y Guyana.
El mes pasado el gobernador del estado de Acre, que tiene frontera con Perú, declaró una emergencia por el creciente número de inmigrantes que ingresan en condiciones irregulares procedentes de Haití y países africanos.
Vía BBC