
Una falla eléctrica ocasionó hace semanas el daño de la casi totalidad de los equipos que permitían a la Universidad del Zulia, a través de su Centro de Modelado Científico (CMC), ejecutar modelos de proyección climática destinados a la previsión de desastres naturales en Venezuela y Latinoamérica.
Ángel G. Muñoz, coordinador del Eje de Geociencias del Centro de Modelado Científico de la Universidad del Zulia, aseguró que haberse quedado sin equipo afecta el trabajo de proyección meteorológica desarrollada en el departamento, por lo que se han visto obligados a acudir a servicios internacionales de clima para elaborar sus informes.
“Entre el 10 y 11 de mayo hemos sufrido una falla eléctrica que ocasionó un cambio de intensidad de voltaje, lo que hizo que los equipos de protección eléctrica se incendiaran y posteriormente se produjera un cortocircuito que dañó irremediablemente la casi totalidad de nuestro parque tecnológico. La pérdida es cuantiosa no solo en lo económico sino también en lo científico, puesto que día tras día y sin descanso el CMC ejecuta modelos computacionales que permiten el estudio y posterior publicación de variables climáticas útiles para la previsión de desastres naturales y su uso en los sectores agrícola, energético, agua y salud, tales como viento, precipitación, humedad, temperatura, entre otros”, explicó Xandre Chourio, investigador del CMC, a través de una nota de prensa.
La labor del Centro de Modelado Científico sirve no solamente al territorio venezolano, sino también a otros países del continente.
“Además de los modelos climáticos destinados a países como Ecuador, Colombia, Perúy Bolivia, contábamos con equipos de proyección general para Latinoamérica. Todos ellos sirven para quienes toman decisiones puedan aplicar políticas de alertas tempranas en pro de salvaguardar a su comunidad. En el caso local podríamos mencionar a Protección Civil Maracaibo, quien ha venido usando estas salidas de modelos para su evaluación y posterior elaboración del boletín de su sistema de información preventiva en el Centro Municipal de Prevención y Atención de Desastres de Maracaibo (CEMUPRAD)”, agregó Chourio.
Impacto científico y social
Diversas investigaciones que lleva a cabo el CMC en sus diversos ejes (Geociencias, Biociencias, Ciencias Computacionales, Ciencias del Espacio, Ciencias Sociales, Na-nociencias e Ingeniería) se ven afectadas por la pérdida de sus equipos tecnológi-cos.
“Esto afecta a investigadores y también a nuestros estudiantes, quie-nes calculaban sus resultados de tesis en estos equipos», lamentó el investigador.
«Hemos perdido equipos de computación de suma importancia, como el cluster (conjunto de computadores dedicados a la misma tarea) de cálculo y investigación, los clusters de ejecución de modelos, el cluster de procesamiento de datos de entrada, destinado a alimentar los modelos meteorológicos venezolanos y de varios países hermanos, además de equipos de telecomunicación y respaldo eléctrico (UPS)”, detalla el investigador.
Emily Chávez, directora del CMC, observa con mucha preocupación los daños en los equipos que permitían la salida de los modelos de proyección del CMC, sobre todo an-te la expectativa del fenómeno climático de El Niño para este año.
“La pérdida severa de nuestros equipos afecta las investigaciones que veníamos adelantando para cono-cer con antelación los impactos específicos de El Niño, fenómeno que en años anteriores ha afectado al territorio venezolano y a varios de nuestros países hermanos. Su aparición traería como consecuencia la extrema sequía al noroeste de Suramérica (lo cual afectaría la agricultura y el suministro de agua), asícomo inundaciones en los territorios del sudeste de nuestro continente. De allí la importancia del trabajo del CMC”, subrayó la directora.
Llamamiento a instituciones
Con los pocos equipos y recursos restantes, el CMC continúa trabajando en la Facultad Experimental de Ciencias de LUZ para responder a sus compromisos científicos e institucionales. Sin embargo, la directora del centro hace un llamamiento a instituciones municipales, regionales y nacionales para apoyar al CMC en la recuperación de las máquinas que contribuían cada día a generar conocimiento y tomar decisiones para prevenir desastres naturales. “Ojalápodamos contar con ayuda institucional y financiera para recuperar el daño severo en los nueve equipos computacionales”, expresó.
«Ha sido un gran esfuerzo durante casi una década poder contar con estos equipos, sobre todo considerando que desde hace cinco años no contamos con ayuda externa para mantener o ampliar nuestro parque tecnológico. Estas circunstancias amenazan con extinguir al CMC y con ello la labor que por años hemos realizado”, alertó.
El fenómeno de El Niño está asociado a temperaturas anormalmente cálidas en el Pacífico ecuatorial (en la figura, región en tonos rojizos), que tienden a producir sequías en el noroeste de Suramérica e inundaciones en el sudeste de Suramérica.

El daño de los equipos del CMC-LUZ dificulta su labor en la proyección de modelos climáticos (como el de la imagen) que ayudan a prevenir desastres naturales.





