“Llévense todo el dinero que quieran, pero por favor no me maten”. Esas serían —de acuerdo con información suministrada por voceros policiales— las últimas palabras que Isabel Cristina Valbuena Sarcos, de 46 años, le pronunciara a sus verdugos, en repetidas oportunidades, para abogar por su vida.
Las súplicas de la odontóloga fueron ignoradas por Franklin Jessy Gedler Serrano y por su novia, la modelo zuliana Astrid Alexandra Yépez Barroso, quienes el pasado jueves 25 de abril la asfixiaron con una bolsa negra.
Los autores intelectuales y materiales del asesinato, no ultimaron a la profesional sin antes cobrarle la cantidad de 300 mil bolívares fuertes que, presuntamente, le debía a Gedler.
“Isabel tenía una deuda con su presunto asesino y, quien al parecer también era su pareja. Le debía unos trabajos de tipografía que él, tiempo atrás, le había hecho”, aseguró a PANORAMA una fuente policial ligada a la investigación del crimen.
Aquella tarde en que se perpetró el crimen, dentro de la camioneta Terios de Valbuena que permanecía estacionada en el garaje de la residencia de Yépez, los homicidas hicieron que la víctima firmara dos cheques en blanco.
“Ellos fijaron el monto. Uno de los cheques lo cobraron por 270 mil bolívares fuertes y el otro 30 mil. El primer monto era para Franklin Jessy y su novia Astrid Alexandra y el otro fue el pago que le hicieron a Enmanuel Santamaría, el otro detenido por el caso”, reveló el informante sobre las declaraciones ofrecidas por Gedler en la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de la subdelegación Maracaibo.
Además de la deuda del dinero, Franklin le cobró a Isabel Cristina que terminara una relación sentimental que sostenían desde hace algún tiempo.
“Ellos se conocieron por cosas de trabajo. Ella le mandaba hacer publicidad, impresiones y otro tipo de material POP. Posteriormente, esa cercanía laboral desencadenó en más que una amistad. Se hicieron pareja”, contó la fuente policial.
El fin de este noviazgo no fue aceptado por Franklin. “Por negocios, Isabel se había mudado a Medellín, Colombia, y allá se enamoró de otro. Regresó a Maracaibo para asistir a la misa de un familiar difunto y esta visita fue aprovechada por los criminales para raptarla y cometer el asesinato”, concluyó la policía.
Gedler Serrano, su mujer, Astrid Yépez Barroso, y el otro cómplice, Enmanuel Santamaría Moreno, integrantes de la banda delictiva “Los Gestores de la Muerte”, fueron puestos a la orden de la Fiscalía Segunda del Ministerio Público.
Ayer, Yépez y Santamaría fueron presentados ante el Tribunal Séptimo de Control , a cargo de Rómulo García. “La audiencia de presentación de los tres detenidos fue dividida.
Los abogados defensores de Franklin Gedler, pareja de las dos mujeres, pidieron tiempo para estudiar la causa”, informó pasada las 5:00 de la tarde de ayer, una fuente judicial que lleva el caso.Con respecto a Santamaría y a Yépez los mantienen preventivamente detenidos.
“No será hasta mañana (hoy) cuando el tribunal redacte y emita la dispositiva. En plena audiencia, a los dos procesados ya les comunicaron la decisión de la privativa de libertad y que serán trasladados al retén de El Marite”, continúo el informante desde los tribunales de Maracaibo.
El vocero judicial reconoció las investigaciones y las actuaciones practicadas por la policía científica para esclarecer el asesinato de la odontóloga. “Hizo un trabajo de inteligencia impecable y en un tiempo récord. No hubo cabos sueltos”, refirió.
El Cicpc-Zulia logró capturar a los responsables y determinó las causas del crimen que conmocionó a la opinión pública el pasado sábado 27 de abril, cuando empleados del Hospital Universitario de Maracaibo hallaron, en el estacionamiento, el cadáver de Isabel Cristina Valbuena.
El cuerpo sin vida de la mujer estaba envuelto, en avanzado estado de descomposición, en una bolsa negra dentro del maletero de la camioneta. Según las experticias, se pudo conocer que los rastros activados en el interior del vehículo y las bolsas en las que fue envuelto el cadáver dieron positivas con los detenidos.
Trascendió que Astrid Yépez quedó grabada en el video de un local comercial donde compró las bolsas que utilizaron para matar a la odontóloga.Hasta ahora, los investigadores manejan como móviles del asesinato el robo y el secuestro, sin descartar la hipótesis del crimen pasional.
Vía Panorama