La trifulca ocurrió apenas tres años después de que otro enfrentamiento entre aficionados al fútbol en el estadio de Port Said causó la muerte de 74 personas.
Los nuevos choques comenzaron antes del partido entre los clubes Zamalek y ENPPI de la primera división, en el Estadio Defensa Aérea, a las afueras de El Cairo. En ocasiones anteriores esa clase de enfrentamientos han derivado en días enteros de violencia entre las fuerzas de seguridad y seguidores de los clubes, en un país que atraviesa una situación tensa tras años de revueltas e inestabilidad política.
Dos funcionarios de seguridad, que solicitaron el anonimato, dijeron que al menos 25 personas habían muerto.
Se desconoce la causa exacta de los choques. Funcionarios de seguridad dijeron que algunos seguidores del Zamalek trataron de ingresar a la fuerza y sin boletos al estadio. Apenas en fechas recientes se permitió el regreso del público a los partidos, y el Ministerio del Interior tenía previsto permitir la entrada de sólo 10.000 espectadores al inmueble, que tiene una capacidad para unos 30.000, dijeron las autoridades.
Hinchas de Zamalek, conocidos como «Caballeros blancos», indicaron en su página oficial en Facebook que la violencia se desató porque las autoridades sólo abrieron una puerta para el ingreso a las tribunas. Dijeron que eso provocó que hubiera empujones y forcejeos que llevaron a la policía a lanzar gas lacrimógeno y perdigones sobre la multitud.
Una persona que trató de asistir al encuentro y que habló con The Associated Press a condición de permanecer anónima por temor a represalias de la policía, dijo que un tropel fue provocado por los gases que roció la policía en medio de una muchedumbre que se apretujaba.
«Quienes cayeron no pudieron levantarse de nuevo», dijo el espectador.
Más tarde el grupo de hinchas del Zamalek publicó en Facebook las fotografías de aficionados presuntamente muertos, con los nombres de 22 personas que habrían perdido la vida. The Associated Press no pudo verificar de manera independiente la autenticidad de las imágenes o la información.
Muchos se consideran uno de los movimientos más organizados en Egipto después de la Hermandad Musulmana, proscrita por el gobierno, que la tacha de agrupación terrorista tras el golpe militar que depuso en 2013 al presidente islamista Mohammed Morsi.
Los enfrentamientos más mortíferos en la historia del fútbol egipcio ocurrieron en 2012, durante un partido en que el Al-Masry de Port Said recibía a Al-ahly del Cairo.
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