
Ubicar unos medicamentos fue la última tarea que se propuso Javier Enrique Urdaneta Martínez, de 38 años. Labor que quedó inconclusa porque recibió dos disparos (uno en el pecho y uno en un hombro) que lo mataron, ayer, a las 5:00 de la tarde, en el estacionamiento de una farmacia, en el cruce de la avenida Bella Vista con calle 72, en Maracaibo.
En el hecho resultó herido Luis Felipe Camacho, de 37 años, amigo del fallecido, quien recibió un disparo rasante en el glúteo derecho. Según las versiones de testigos, dos hombres los interceptaron en el parqueadero y sin mediar palabras realizaron, al menos, seis detonaciones, cuyos casquillos quedaron en el lugar.
Camacho arrastró a Urdaneta hasta una camioneta Toyota Hilux, blanc, y lo trasladó a la emergencia de la Policlínica Maracaibo, donde ingresó sin signos vitales pasadas las 5:00 de la tarde.
El director de Polimaracaibo, José Luis Alcalá, confirmó que “el móvil que se maneja es un sicariato, aunque el amigo herido descartó que fuera para él”, dijo, ayer, en la salida de la emergencia del centro de salud.
Urdaneta era comerciante. “Tenía un negocio, una peña hípica en la avenida Fuerzas Armadas. Por las actividades económicas del fallecido estaremos investigando para establecer por qué se produce este sicariato”, dijo Alcalá.
Una mujer que no quiso identificarse y que fue testigo del hecho contó que “los dos hombres iban en una moto. Uno los esperó cerca de la planta eléctrica y efectuó los disparos, el otro lo esperó en la moto”, comentó. Urdaneta y Camacho cayeron justo sobre la tapa de una alcantarilla, donde quedó un charco de sangre.
José Luis Alcalá, luego de conversar con el herido precisó que “el no recuerda si estaban con la cara descubierta o tapada. Dice que cuando escuchó el disparo se lanzó al suelo”, dijo.
Momentos antes del hecho, Urdaneta se desplazaba en un vehículo Ford Fiesta, de color negro, placas AE903KV, que quedó estacionado en el lugar, mientras que Camacho conducía su camioneta Toyota.
Al conocerse la noticia, familiares y allegados se trasladaron a la emergencia de la clínica, ubicada en la avenida Santa Rita. Se mostraron esquivos a la prensa. Un allegado, que no quiso identificarse, reveló que Urdaneta “estaba divorciado, deja tres hijos, y vivía en la avenida El Milagro”, comentó.
“Los videos de la farmacia son elementos muy importantes porque van a permitir establecer la identidad de los homicidas”, explicó el director de Polimaracaibo. “Ya el Cicpc (Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas) está en el lugar y cruzamos información. Están haciendo la experticia, tenemos los videos de seguridad”, aclaró. Camacho se encontraba estable, anoche, en la emergencia de la clínica, aun conmovido por el hecho.
vía Panorama/www.diariorepública.com




