El mundo está cambiando y con él las formas de aprendizaje de las nuevas generaciones. En respuesta a esta evidente tendencia, más 3.000 especialistas del sector de la educación se dieron cita en México, en la cuarta edición del Congreso de Innovación Educativa, para dialogar sobre el tema.
Pensadores de 17 países analizaron los desafíos que vienen para las universidades, las características que integran el perfil de los estudiantes del futuro y las habilidades que tendrán que desarrollar para enfrentarse al mercado laboral de su época.
Según Salvador Alva, presidente del Tecnológico de Monterrey, el punto de partida debe ser entender que “la educación es una de las áreas que más está cuestionada y que requiere una transformación en el mundo”.
“Hoy damos por hecho que las universidades son indispensables, que son necesarias, y por lo tanto lo único que hacemos son ajustes a lo que hoy tenemos (…) ¿El alumno se adapta a nosotros, a un modelo de hace 3 siglos, o todos nosotros nos adaptamos al siglo 21?”, fue uno de los interrogantes que planteó en la inauguración del evento.
Sobre las tendencias que cambiarían el rol de estas instituciones, Alva fue enfático en decir que la apertura de las comunidades a un nuevo mundo sin fronteras, donde todo es compartido y las ciudades son abiertas y detonadoras de innovación, creará nuevos desafíos para la sociedad.
“Los retos que enfrentamos hoy: cambio climático, migración masiva, inequidad, etcétera. Lo que sí es un hecho es que no se pueden resolver con métodos tradicionales”, planteó.
Conocimientos no para un trabajo, sino para la vida
Amar Kumar, vicepresidente Senior de Efectividad e Investigación en Educación de Pearson, indicó que el peor error que un estudiante puede cometer en la actualidad es aprender estrechamente algo y no prepararse para un aprendizaje que sirva para toda la vida, pues se enfrentará a una larga carrera que cambiará entre 10 o 12 veces durante el tiempo que esté laboralmente activo.
En consecuencia, se debe tener en cuenta que los sistemas educativos actuales son muy rígidos -pues los pequeños entran a la primaria, a la secundaria, la universidad y al mercado laboral de forma rápida- ocasionando que las transiciones entre cada etapa sean insuficientes.
“Estos niños necesitan poseer un aprendizaje de cómo aprender durante el transcurso de su vida. Necesitan saber cómo reinventar lo que ya conocen para que puedan prepararse para los muchos trabajos que tendrán”, concluyó.
Sergio Hernández, decano de la facultad de Mercadeo, Comunicación y Artes del Politécnico Grancolombiano, destaca que las instituciones en unos años deberán comprender que el conocimiento “es para todos y para toda la vida” y por eso tendrán que “estar en la capacidad de entender los diferentes tipos de educación y certificarlos”.
Para el académico, los centros de estudio se asociarán con las empresas para la construcción de innovación, desarrollo y futuro llevando a que se trabaje en proyectos que le aporten a la comunidad y formen alumnos que emprendan y aprendan.
Necesitan saber cómo reinventar lo que ya conocen para que puedan prepararse para los muchos trabajos que tendrán
Aprendizaje fuera de las aulas tradicionales
El salirse de los espacios tradicionales y el uso de múltiples maneras para llegar al conocimiento fueron dos de los aspectos más mencionados por los académicos a la hora de hablar de la transformación en metodologías del aprendizaje.
Carlos Augusto García, comunicador social con máster en dirección y gestión de instituciones, asegura que el futuro augura universidades se alejarán de ideas actuales como las de los salones de clase y auditorios y, en cambio, se crearán espacios enriquecidos con diferentes maneras de acceder al conocimiento.
“Será radicalmente distinto a lo que entendemos, será abierta, donde pueda entrar la ciudad, donde pueda entrar el país. En donde se compartan escenarios de aprendizaje con diferentes comunidades”, analizó.
Deisy de la Rosa, decana de la Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables, considera que estos espacios irán más allá de los lugares cerrados para ser como el universo, es decir, ofrecerán a los alumnos la posibilidad de interactuar con diferentes elementos que los transformen.
Deduce que allí las posibilidades serán infinitas y con esto se logrará que consigan el “desarrollo de un futuro profesional que alcanza su mayor potencial”.
La tecnología como herramienta
Otro de los postulados del encuentro fue el pensar el papel de la tecnología en la construcción del conocimiento. Por ejemplo, una encuesta hecha por el Instituto del Futuro del Silicon Valley demuestra el papel que jugará la tecnología en el futuro.
Los resultados de ese ejercicio argumentan que el 82 % de los estudiantes aprendieron en YouTube, el 61 % han usado Learning App, el 48 % han recibido un certificado digital y el 12 % han realizado la realidad virtual para aprender.
Esto evidencia cómo se ha venido dando una transformación de las herramientas empleadas para capacitarse y que el entenderlas será algo fundamental para que los docentes se preparen para lo que está por venir.
Frente a este tema Santiago Iñiguez, presidente de IE University de España, sostiene que debe verse a la tecnología como una oportunidad de humanizarla la educación, pues quizá el objetivo de las universidades del futuro será formar ciudadanos cosmopolitas, profesionales comprometidos con transformar la sociedad.
“La formación de las universidades del futuro tienen que combinar la formación en humanidades, pero también usar la tecnología y las habilidades digitales”, resaltó Iñiguez.
Expertos como Javier Alonso Arango, vicerrector de Desarrollo Institucional del Politécnico Grancolombiano, aseguran que la innovación y la inclusión se tendrán que juntar con la virtualidad, pues esto hará que se termine con algunas brechas poblacionales.
“Que en cualquier parte del mundo uno pueda tener la posibilidad de ingresar a una educación superior de calidad (…) Con la capacidad de recibir a todo tipo de personas en cualquier lugar del mundo sin limitación”, dijo.
Las habilidades que necesitarán los estudiantes
Durante el evento, Amar Kumar presentó algunos de los resultados del estudio ‘El futuro de las habilidades: Empleo en 2030’, publicado por el centro de investigación en problemas globales de la Universidad de Oxford, en alianza con Pearson y la fundación Nesta.
El reporte evidencia las transformaciones que tendrán los trabajos y las competencias que serán las más demandadas en unos años.
Además, identifica siete megatendencias que impactarán el mundo laboral en el futuro: cambio tecnológico, globalización, demografía, sustentabilidad ecológica, urbanización, creciente desigualdad e incertidumbre política.
Al hablar de habilidades que serán tendencia, señala que estas podrían cambiar según el área. En el caso de Estados Unidos, los temas interpersonales -todo lo relacionado con la enseñanza, percepción social, la orientación al servicio y la persuasión- y los cognitivos de orden superior -como la resolución de problemas complejos, la originalidad, la fluidez de las ideas y el aprendizaje activo- ocuparán un papel importante.
En cambio, en Reino Unido serán las relacionadas con el pensamiento orientado a sistemas o conjuntos complejos de información como la toma de decisiones.
“Eventualmente los robots podrán construir puentes y diagnosticar enfermedades. Pero los humanos conservarán la habilidad única de diseñar un puente y cuidar a un niño enfermo. La forma en que equilibremos esas habilidades con la productividad tecnológica marcará el rumbo de nuestra fuerza de trabajo”, señaló el estudio.
Adicional, asegura que siete de cada diez trabajadores tienen empleos con mayor incertidumbre sobre el futuro y que uno de cada cinco trabajadores tiene ocupaciones que se reducirán.
“La formación universitaria va a ser estructurada de una manera distinta de lo que ha sido hasta ahora. Se requiere de los profesionales una aproximación menos específica que la que nosotros recibimos. (…) Con la capacidad de aprender a lo largo de los años”, concluyó.
Vía eltiempo/www.diariorepublica.com