
5,5 billones de grados. ¿Quién es el que se queja del calor de agosto?. Pues eso no es nada comparado con la que han hallaron los muchachos del CERN con su (caro) juguetico favorito, el LHC (acrónimo en inglés del Gran Colisionador de Hadrones).
No se les ha ocurrido mejor idea que provocar una colisión entre dos iones de plomo y el resultado ha sido la obtención de la materia más caliente que jamás ha producido el hombre.
Una "sopa" de plasma de gluones subatómicos y quarks a la que se tendría que estar soplando varios siglos para lograr que se enfríe.
El plasma es el cuarto estado de la materia, el más abundante del Universo y que se caracteriza por compartir muchos elementos con el estado gaseoso pero al mismo tiempo la carga de algunas de sus partículas permite que se formen en su interior filamentos o rayos.
Lo cierto es que para calcular la temperatura que ha alcanzado este experimento del LHC no ha sido tan sencillo como meter un termómetro debajo de la lengua.
Se tarda semanas en verificar la gran cantidad de datos procedentes del Gran Colisionador de Hadrones para posteriormente determinar (y pasar a grados centígrados) la temperatura alcanzada por los ardientes iones de plomo.
Por el momento sí que hay un consenso en cuanto a que los resultados superan ampliamente la anterior marca, situada en 4 billones de grados centígrados. Y con todo puede que esta no sea la temperatura más alta jamás alcanzada puesto que aún no han terminado de efectuarse los complejos cálculos que determinan el resultado de una prueba de similar naturaleza que se llevó a cabo el mes pasado en el RHIC (Colisionador Relativista de Iones Pesados) de los laboratorios Brookhaven y que podría superar este experimento.
Vía Gizmodo