Justo a las 12:00 del mediodía empieza el caos. Salidas de las oficinas, colegios, regreso a casa para el almuerzo, y los alumnos moviéndose por la inmensidad de la Facultad de Ingeniería de LUZ. Es allí cuando un tramo de no más de 800 metros se vuelve el infierno para los conductores que transitan por el norte.
El embotellamiento que parte desde el semáforo de Delicias con Cecilio Acosta, hasta el semáforo del rectorado Nuevo de LUZ hace exasperar a pasajeros, transeúntes y conductores.
Y empeora en la esquina de la 15-A con 67, allí se concentran los automotores y se bloquea por completo el paso. Tan solo 40 metros más adelante la entrada y salida del Ipasme y el Centro 99, otro de los detonantes que hacen explotar el tráfico en el breve espacio.
Lo cierto es que para atravesarlo cuesta de 15 a 20 minutos y la tendencia es a elevarse. Usuarios piden que a las horas pico Polimaracaibo haga acto de presencia para controlar el tráfico en el semáforo de Delicias con 67 y en la propia calle 15-A para lograr aligerar los tapones.
Algunos optan por dar la vuelta en U irregularmente y esto complica aún más la situación, intentado escapar de la asfixia, incrementan aún más su efecto.
Autobuses de varias rutas hacen de las suyas cruzando de un canal a otro, mientras que la cultura del no dar paso convierte la calle en un pandemomium total.
Redacción/DiarioRepública