
El pasado jueves 11 de febrero, el piloto español Fernando Alonso sufría un accidente mientras paseaba en bicicleta por las inmediaciones de su casa en Lugano (Suiza). El doble campeón del mundo en Fórmula 1 fue ingresado en un hospital de Berna, donde se sometió a una operación de mandíbula al día siguiente.
Después de haber estado unos días en observación tras la intervención, Alonso abandonó el hospital el pasado lunes y se recupera ya en su hogar. Se espera que el piloto pueda volver a los entrenamientos en breve para poder estar a punto en el arranque de la nueva temporada de F1, que se iniciará en poco más de un mes.
Por suerte para el español, en la actualidad los entrenamientos de los pilotos se realizan en buena proporción a través de simuladores, por lo que podrá empezar a prepararse antes de volver a pisar el asfalto de los circuitos. Para Alonso, a quien se le conoce cierta afición por los casinos, será como disponer de tiradas gratis para jugar. Estas máquinas permiten a los pilotos reproducir de manera muy fidedigna las condiciones de los circuitos en los que van a conducir, así como de los coches que deberán pilotar, pero con un resultado mucho más económico y cómodo que si se desplazasen hasta las pistas para hacer las pruebas.
Hace unos años pudimos ver a Alonso utilizando uno de estos simuladores, que ofrecen una gran sensación de realismo.
El entrenamiento de los pilotos de F1 a través de la simulación se ha vuelto imprescindible después de que se limitasen los test que pueden realizar las escuderías, aunque ahora también se está planteando restringir el tiempo que se pueden utilizar estos simuladores.
La simulación reproduce la cabina, chasis, pedales y volante del monoplaza que va a utilizar el piloto durante la temporada; además, se aprovechan las tecnologías de realidad virtual para reproducir cada milímetro de los circuitos e incluso las circunstancias a las que se verán sometidos los pilotos, como por ejemplo la lluvia o la nocturnidad.
A la reproducción del coche y el circuito, se suma el hecho de que estos simuladores recogen datos informáticos que los equipos utilizan para mejorar las condiciones del auto o preparar mejor la carrera. Además, el piloto puede memorizar los circuitos y adaptarse al comportamiento del auto.
El problema para Fernando Alonso en las próximas semanas será la preparación física, fundamental para un piloto. Preocupa especialmente que la lesión del español se haya producido en la mandíbula, y algunos medios barajan la posibilidad de que pueda utilizar un casco especial para mantener la zona lo más segura posible y evitar lesiones.
Los pilotos automovilísticos deben prepararse para hacer frente a las denominadas fuerzas G, que pueden hacer, por ejemplo, que durante una carrera el casco del piloto multiplique su peso por cinco. Por este motivo, una de las partes del cuerpo que más se trabaja es el cuello.
Es importante también ejercitar piernas y brazos, para tener un control total sobre el volante y los pedales mientras se corre a grandes velocidades, y trabajar la fortaleza mental. El entrenamiento psicológico de un piloto es otro de los pilares de su éxito: se necesita concentración, reflejos, capacidad de análisis y de rápida toma de decisiones, etc.
En principio, visto el éxito de la operación, Alonso no debería tener problema para empezar la temporada en buenas condiciones. El piloto español regresa a la Fórmula 1 tras dos años de ausencia. El asturiano volverá a competir con Renault, el equipo con el que consiguió sus dos campeonatos del mundo en 2005 y 2006. La escudería, sin embargo, se ha bautizado como Alpine F1 Team, para promocionar Automobiles Alpine, una de las marcas de la firma francesa.
Será el primer año en F1 del equipo Alpine, que además de contar con Fernando Alonso, ha reclutado también al joven piloto francés Estaban Ocon. El primer Gran Premio de la temporada se disputará en Bahréin el próximo 28 de marzo.