El veterano lanzador Roger Clemens, de 50 años, está listo para volver al montículo como abridor por segunda vez con el equipo de los Skeeters de Sugar Land (Texas), de la Liga Independiente del Atlántico.
Esta vez entre los bateadores a los que se tendrá que hacer frente se encuentra su hijo mayor Kobe, que juega con el equipo rival de los Ducks de Long Island.
A pesar de volver por segunda vez al montículo, Clemens reiteró que no tiene intención de regresar a la competición de las Grandes Ligas y lanzar de nuevo con los Astros de Houston.
Padre e hijo se reunieron el jueves con la prensa, y el legendario serpentinero, siete veces ganador del premio Cy Young, enfrentó otra vez preguntas sobre un posible regreso a las Grandes Ligas en esta temporada.
«No creo que yo pudiera causar un impacto», comentó Clemens cuando se le preguntó si lanzaría por los Astros, que ocupan el último lugar. «Pienso que sería divertido para mucha gente, pero haría falta mucho trabajo para lanzar como yo quiero. Mi mente dice que sí, pero mi cuerpo responde que no».
A los Astros les restan dos periodos como locales. Enfrentarán a dos equipos que tampoco tienen mayores aspiraciones, los Cachorros de Chicago y los Filis de Filadelfia, la próxima semana.
La última programación de partidos en el Minute Maid de Houston para los Astros comienza el 21 de septiembre, contra los Piratas de Pittsburgh y los Cardenales de San Luis, equipos que buscan un boleto de comodín para la fase final en la Liga Nacional.
Los Astros se han mostrado abiertos a la idea de traer a Clemens de vuelta y ya enviaron a un cazatalentos para que observara su primera salida con los Skeeters y planean hacer lo mismo para el partido de esta noch.
«Eso es fantástico, pero no creo estar cerca de nada», señaló Clemens. «Si mi cuerpo y mi hombro estuvieran mejor, y yo me recuperara más rápido, pensaría hacer esto, incluso ir al entrenamiento de pretemporada y divertirme».
Clemens tampoco dijo si jugará después del viernes con los Skeeters, pero dejó abierta la posibilidad de lanzar en el futuro.
«Si esta situación surge de nuevo o si hay un nuevo parque en algún lugar, si existe una posibilidad de emocionarme y divertirme, o si tengo ganas de levantarme de la cama, lo haría», señaló.
El pasado junio, Clemens quedó absuelto de los cargos de perjurio al Congreso cuando declaró sobre el consumo de substancias prohibidas en el béisbol profesional y dijo que nunca había consumido esteroides y la hormona de crecimiento humano.
Sin embargo, su expreparador físico lo acusó de haberle inyectado varias veces la hormona de crecimiento humano, al igual que a la esposa de Clemens, que si admitió haberlo hecho.
Clemens, tercero en la lista de ponches en la historia de las Grandes Ligas al final de este año, si no vuelve a jugar en las Grandes Ligas, entrará a formar parte de la boleta en la que los aficionados podrán votarlo por primera vez para entrar al Salón de la Fama.
Si Clemens vuelve a la competición, entonces su nombre no aparecerá hasta dentro de otros cinco años cuando desde que dejase de jugar.
Vía EFE