
En la cadena de ayer señaló que Venancham, Consecomercio y Fedecámaras encabezaban el plan. Sus conexiones internacionales con Álvaro Uribe y personeros del Gobierno de Estados Unidos.
El Presidente Nicolás Maduro Moros informó, entre las diferentes medidas anunciadas, una gran operación especial cívico-militar contra el acaparamiento, que va a recorrer toda la Patria. Vamos hasta el último nivel de la cadena productiva y distributiva de todo el país.
Se enfrentarán los falsos mecanismos de fijación de precios, para el respeto de precios justos y máximos de todos los productos, con el fortalecimiento de Sundecop y de Indepabis. Se citará a los dueños de páginas web como Mercado Libre, Tu Carro.com y otras que fijan precios especulativos.
Se creará el Presupuesto nacional en divisas del Estado venezolano. Maduro acusó directamente a Jorge Roig, presidente de Fedecámaras; a Consecomercio y a un sector de Venamcham de estar detrás de un plan de colapso económico.
Fedecámaras ya había golpeado en 2002
El motivo principal de la crisis del Gobierno con la oposición venezolana, fue un paquete de 49 decretos de Leyes Habilitantes y el decreto de Educación #1.011. Chávez utilizando su mayoría de más de dos tercios del legislativo, que le dio la facultad de legislar y gobernar por decreto durante un año. A finales de 2001, debido al vencimiento de dicha facultad, Chávez decretó todas las leyes, lo cual enfureció a la oposición. La más criticada fue la ley de tierras y la ley de hidrocarburos. Inmediatamente tras esto, los empresarios agrupados en la patronal Fedecámaras, apoyándose de su enorme poder en el país, realizaron una huelga general el 10 de diciembre de 2001, que no logró doblegar a Chávez. A esta huelga se sumaron los ejecutivos de la empresa estatal petrolera PDVSA deteniendo la producción nacional de crudo.
En febrero de 2002 Chávez cambió la plana mayor de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la empresa petrolera del Estado, por gerentes apuntados por gobierno. En la opinión de la oposición, de los empresarios y de parte de los empleados de la petrolera, Chávez violentó con estos cambios una larga tradición meritocrática; en opinión del gobierno, se reactivó el motor y la columna de la economía venezolana. Durante más de tres meses las exportaciones se vieron mermadas creando un enorme déficit e inflación en el país. El gobierno tuvo que comenzar a importar gasolina para cubrir la cuota nacional y miles de venezolanos se vieron en largas filas de días para poder llenar el tanque de sus vehículos.
Este acto, percibido por los cuadros gerenciales de PDVSA y los sindicatos opositores como una agresión contra el sistema meritocrático en la empresa más importante del país y los paquetes legislativos decretados por Chávez, junto a la persistencia de la crisis económica y social, indujo a un grupo de organizaciones sindicales como la Confederación de trabajadores de Venezuela (CTV), empresarios, la jerarquía de la iglesia católica, algunos partidos políticos y las televisoras privadas de Venezuela, a que el 9 de abril Fedecamaras convocara otra huelga general, esta vez de carácter indefinido, para forzar la renuncia de Chávez.
El 11 de abril, el tercer día de la huelga, las protestas se convirtieron en disturbios, y una marcha contra el Gobierno fue desviada de su recorrido hacia el palacio presidencial de Miraflores. Ante estos hechos, el Presidente Chávez ordenó a los militares activar el Plan Ávila, y la televisora oficial Venezolana de Televisión empezó a realizar llamados a todos los simpatizantes de chavismo a que saliesen a “defender la revolución”. Para cuando la marcha opositora se acercó a Miraflores, se encontraron con una concentración de apoyo al Gobierno y varios efectivos militares. Ocurrieron entonces enfrentamientos armados entre la Policía Metropolitana, el Ejército y grupos, que produjeron varios muertos y heridos. La presencia de francotiradores y los enfrentamientos con la Policía Metropolitana dejaron 19 muertos y cientos de heridos, tanto opositores como partidarios al Gobierno.
Luis Gomez/Redacción DiarioRepública




