Apenas hace una semana, Diomedes Díaz estuvo presentando a medios su nuevo álbum ‘La vida del artista’, tercero grabado con el acordeonero Álvaro López.
Había sobrevivido a varias operaciones, incluso unas a corazón abierto y otras como las del año pasado, que fueron consecuencia de un accidente automovilístico.
Diomedes Díaz parecía inmune a una serie de enfemedades y problemas médicos. Lograba levantarse y volver a los escenarios incluso antes de cumplir sus incapacidades. Muchas veces sus fans hicieron cadenas de oración y el seguimiento a difíciles momentos de salud fue de semanas enteras pendientes de un desenlace que fue feliz en todos los casos. Paradójicamente, la muerte se le presentó a Diomedes de forma sorpresiva, un ataque cardiaco ocurrido en Valledupar hoy por la tarde, acabó con su vida este domingo, 22 de diciembre.
A los diomedistas ya no les importaba si cantaba afinado o desafinado, lo seguían con una veneración que Díaz cultivó desde sus mejores décadas artísticas, los 80 y los 90, hasta la muerte de Doris Adriana Niño, en la que estuvo implicado y marcó su declive artístico.
La vocación musical de Diomedes Dionisio Díaz Maestre, nacido el 26 de mayo de 1957, en la finca El Carrizal, en La Junta corregimiento de San Juan del Cesar (La Guajira) se reveló desde su infancia, cuando se colaba en las parrandas a cantar, más con la intención de que el público conociera los versos que componía que la de destacarse como cantante.
Fue su tío, el fallecido acordeonero Martín Maestre quien encaminó el talento vocal del joven Diomedes. Sin embargo, Díaz no dejó de componer y atribuyen a ese talento el hecho de que lo contrataran como mensajero en bicicleta en radio Guatapurí. Precisamente, desde esta emisora se difundió la primera composición suya, ‘La negra’.
Su bautizo musical como ‘El Cacique de La Junta’, sobrenombre con el que se hizo conocido en el mundo vallenato, también proviene de esos comienzos en 1976, cuando Rafael Orozco y Emilio Oviedo le grabaron la canción ‘Cariñito de mi vida’, en la que Orozco lo mencionaba en uno de los tradicionales saludos vallenatos como ‘El Cacique de la Junta’. En esos tiempos, un tercer lugar en la categoría de canción inédita en el Festival de la Leyenda Vallenata acercó a Diomedes con el acordeonero Náfer Durán –hermano de Alejo-, con quien grabó, en 1977, su primera producción como artista independiente, titulada Herencia vallenata, de la que se destacó la canción ‘El chanchullito, también compuesta por él.
Diomedes no tardó mucho en grabar otro disco, Tres canciones, de 1977, al lado de Elberto ‘El Debe’ López en el acordeón marcó un buen comienzo discográfico. Y al año siguiente, 1978, de la reunión con el acordeonero Juan Humberto ‘Juancho’ Rois resultó el disco ‘La locura’, un clásico de su carrera, el que convirtió a la pareja Díaz-Rois en casi una leyenda. Sin embargo, la época dorada de los dos músicos tendría que esperar varios años, puesto que al año siguiente, Díaz formó dúo con Nicolás ‘Colacho’ Mendoza.
Al lado de ‘Colacho’, con quien trabajó hasta 1984, Diomedes grabó canciones emblemáticas de su carrera: Bonita, Tu serenata y Fantasía. Se recuerdan los álbumes Dos Grandes, Para mi fanaticada, Tu serenata y Todo es para ti. Con Gonzalo Arturo ‘El Cocha’ Molina, que pasó a ser su acordeonero desde el 84 al 87, Diomedes grabó éxitos como Sin medir distancias y Si te vas te olvido. Y el regreso con Juacho Rois ocurrió en el 87, cuando juntos lanzaron el álbum ‘Ganó el folclor’. A los que siguieron ‘El cóndor herido’, ‘Canta conmigo’, ‘Mi vida musical’ y ‘El regreso del cóndor’, en los años siguientes.
A medida que se sucedía su discografía, Diomedes Díaz se había convertido en el mayor vendedor de discos en la historia de Colombia, gracias al fervor incondicional de sus fanáticos, los ‘Diomedistas’. Su época de gloria lo llevó a vender de a millones de discos, las cifras superan los 20 millones a lo largo de toda su carrera. Su casa disquera, CBS (después Sony) se enorgullecía de sacar un disco del Cacique cada 26 de mayo, fecha de cumpleaños de su principal artista local, y paralizar a la ciudad de Valledupar entera.
A la par con las ventas, ‘El Cacique de La Junta’ empezaba a ser también un ídolo de excesos. Empezaban los pleitos legales por incumplimientos de conciertos (algunos se resolvían en costosas conciliaciones) y era bien sabido que Diomedes era desprendido con el dinero y tenía problemas de adicción. Los incumplimientos le valieron el mote de ‘No vienes Díaz’ por parte de su seguidores que, pese a saber que su llegada a cada concierto programado podía demorarse bastante, seguían apoyándolo y asistiendo a sus conciertos y bailes incondicionalmente. Comenzaron a registrarse casos como el de una verbena en Baranoa (Atlántico), en la que los seguidores enfurecidos destruyeron el escenario a donde Díaz no llegó a presentarse, con un saldo de tres heridos y pérdidas por 40 millones de pesos de la época, en 1993.
Justo en ese año, 1993, Diomedes lanzó el disco Título de amor, considerado uno de sus discos más vendidos, del que se destacó el éxito Tú eres la reina, de Hernán Urbina Joiro. En ese mismo año se mandó implantar un diamante en uno de sus dientes, sello distintivo suyo que le costó 12 millones de pesos.
En plena época de gloria, meses después de lanzar el álbum ’26 de mayo’ y de ser padrino de la boda de su acordeonero, Diomedes se salvó de la muerte al decidir no viajar en la avioneta donde perdieron la vida Juancho Rois y dos músicos más de su agrupación, el 21 de noviembre de 1994. Tres días después, Díaz anució que su nuevo acordeonero sería el joven Iván Zuleta, que en ese momento contaba con 17 años, y era nieto del autor de La gota fría, Emiliano Zuleta. Iván Zuleta debutó en concierto al lado de Díaz el 7 de diciembre de ese año en el Club Valledupar.
Díaz y Zuleta lanzaron en 1995 el disco ‘Un canto celestial’ en honor de Juancho Rois, en su concierto de lanzamiento en Valledupar, recibió un disco de quintupe plátino, uno de los tantos de una carrera que en 1996 celebró sus primeras dos décadas.
En 1996, el balance de los primeros 20 años de vida artística era de más de 400 canciones grabadas en 22 discos. Celebró con el disco ‘Muchas gracias’, al que le seguiría Mi biografía.
Precisamente, en vísperas del lanzamiento de Mi biografía, en 1997, ocurrió la trágica muerte de Doris Adriana Niño, en la madrugada del 15 de mayo, en el apartamento de Diomedes Díaz, en Bogotá. El 4 de octubre de ese año, Diomedes fue detenido por el CTI de la Fiscalía en el Aeropuerto ElDorado. Con esto comenzó un largo proceso judicial que llevó al cantante a la cárcel, a un juicio por homicidio y a su posterior fuga cuando, tras un periodo de detención domiciliaria, le anunciaron que sería trasladado de nuevo a la cárcel. El artista fue condenado a 12 años de prisión, una pena que se redujo a 6 años de los que pagó 3 años y siete meses en la cárcel, antes de quedar en libertad condicional.
En medio de sus problemas legales, Diomedes grabó las producciones Volver a vivir y Experiencias vividas, en los años 1998 y 1999. Su regreso a los escenarios se dio en el 2005, al lado del acordeonero Franco Argüelles, con quien había grabado Experiencias vividas. Esta reunión duró poco: después del lanzamiento del disco De nuevo con mi gente (2005), Diomedes anunció el regreso del dúo con Iván Zuleta una unión de la que resultó el álbum La voz.
Sus discos siguientes los grabócon el rey vallenato Álvaro López, con quien grabó los álbumes Listo Pa’ la foto, ganador del Grammy Latino 2010, en la categoría vallenato/cumbia y Con mucho gusto, caray, que vio la luz en el 2011.
El martes 30 de octubre de 2012, Díaz sufrió un accidente de tránsito, en la zona rural de Valledupar. Fue trasladado a una clínica local donde se dio un inicial parte de tranquilidad. Sin embargo, en la noche siguiente fue trasladado en avioneta a la clínica Shaio en Bogotá, donde pasó la noche en cuidados intensivos, debido a sus antecedentes coronarios. Pese a que se había descartado la posibilidad de una operación, el estado de salud de Díaz se complicó el domingo 4 de noviembre y tuvo que ser intervenido para quitarle los coágulos que tenía en los pulmones. Su manager, José Zequeda, informó cerca de las 8 p.m., que la cirugía había sido exitosa.
Diomedes se recuperó pronto para la magnitud del accidente y las secuelas posteriores. Siguió en los escenarios, fiel a la filosofía de canciones como La Plata, que convirtió en himnos suyos. Su álbum La vida del artista fue grabado con una tranquilidad distinta a la de sus mejores épocas. «Diomedes estuvo juicioso, se aprendió todas las canciones», dijo sobre él el acordeonero Álvaro López acerca de esta grabación que tuvo su lanzamiento precisamente el 20 de noviembre.
Vía El Tiempo de Colombia