Las fanáticas del «niño consentido del pop», Justin Bieber, se llevaron anoche una desagradable sorpresa en pleno concierto a casa llena en la localidad estadounidense de Glendal, Arizona.
El joven cantante dio inicio a su tan esperado tour «Believe» vomitando dos veces en tarima. Se desconocen las causas, sin embargo, algunos foros de discusión especulan que se trate de una reacción de pesar por su pequeña fan de seis años conocida como «Señora Bieber», a quien dedicó el concierto tras conocer que había fallecido en su batalla contra el cáncer.
A pesar del incidente, el cantante completó su presentación sin mayores inconvenientes.
Redacción RevistaRepublica.com