Cuando Grecia entró en 1981 a la Comunidad Económica Europea (actualmente la Unión Europea), debía solo 25% de su Producto Interno Bruto (PIB). Desde entonces, la distorsión en sus índices financieros ha llevado la deuda hasta 177%.
Deuda odiosa. El 17 de marzo de 2015, Zoi Konstantopoulou, presidenta del Parlamento griego, junto con Sofía Sakorafa, eurodiputada, y Éric Toussaint, presidente del Comité de Abolición de la Deuda del Tercer Mundo (Cadtm), oficializaron la creación del Comité de la Verdad sobre la deuda pública griega.
Grecia deberá permitirles a los miembros de las tres instituciones que supervisan las reformas –el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea– regresar a Atenas. El Gobierno
debe consultar con esas instituciones todas las reformas relevantes antes de someterlas a consulta pública o al Parlamento.
El 13 de julio, el primer ministro Alexis Tsipras aceptó un tercer rescate de 84 millardos de euros por parte de una troika conformada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
Tsipras habría declarado: “Firmo algo en lo que no creo pero que me veo obligado a implementar”.
Tsipras habría declarado: “Firmo algo en lo que no creo pero que me veo obligado a implementar”.
Entre 1995 y 2009, la deuda de los helenos se elevó dos tercios aumentando 50% el gasto público. En ese mismo período, pidieron un préstamo de 40 billones de euros para gastos de defensa, de los que sus principales proveedores son Francia y Alemania.
La Agencia de Estadística Eurostat indicó que, para 2014, Grecia ocupó la tercera casilla entre los países europeos con más gastos de su PIB en defensa militar.
De acuerdo con análisis de las agencias noticiosas, la adopción del euro en 1998 encareció las exportaciones y los bienes de consumo y elevó la deuda privada de 74,1% a 129% del PIB en 2009. Flujos ilícitos de capitales perpetraron entre 2003 y 2009 una evasión tributaria de otros 40 billones de euros.
Para salvar a sus bancos de manejos irresponsables, Grecia se endeudó todavía más para otorgarles auxilios.
Esa deuda privada quedó convertida en deuda pública.
Acorralado, el Gobierno solicitó un primer rescate en 2010, por un monto de 110 mil millones de euros. En 2013 volvió a sucumbir ante la troika recibiendo una inyección de 130 mil millones de euros.
Tsipras espera que el tercer rescate sea definitivo. Le pidió un voto de confianza al Parlamento y recibió el apoyo a pesar de la crisis. Busca además una reconducción de toda la deuda helena para el 2020.
Deuda odiosa. El 17 de marzo de 2015, Zoi Konstantopoulou, presidenta del Parlamento griego, junto con Sofía Sakorafa, eurodiputada, y Éric Toussaint, presidente del Comité de Abolición de la Deuda del Tercer Mundo (Cadtm), oficializaron la creación del Comité de la Verdad sobre la deuda pública griega.
Toussaint participó en el equipo de investigación formado por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, para verificar y certificar la deuda ilegítima que los anteriores gobiernos de la nación suramericana habían asumido.
La misión ahora para el fundador de la Cadtm es analizar si la deuda pública griega es ilegítima, ilegal, odiosa o insostenible.
La legislación internacional prevé el concepto de deuda ilegítima u odiosa, término acuñado por el ruso Alexander Sack en 1927, según el documental Deudocracia.
El ex ministro zarista consideró que se necesitan tres cosas para considerar una deuda ilegítima: la primera es comprobar que el Gobierno recibió un préstamo sin el conocimiento ni la aprobación del pueblo; la segunda, que el dinero que entró se utilizó en actividades que no beneficiaban a la mayoría; y la tercera, que los acreedores sean conscientes de esa situación, la cual además genera altos intereses.
En aquel momento, el concepto sirvió para que, a principio del siglo XX, Estados Unidos no le pagará a España la deuda de la ex colonia cubana.
En Suramérica, Rafael Correa logró en Ecuador poner en jaque al FMI. Optó por la vía alternativa de dedicar los fondos estatales al gasto social y productivo reduciendo parte del presupuesto asignado al pago de la deuda externa. Su país salió adelante.
Atenas esperará la evaluación del Comité de la Verdad sobre la deuda pública griega.
Alguien dijo que la historia tiene la mala costumbre de repetirse, como una farsa.
Troika presente
Grecia deberá permitirles a los miembros de las tres instituciones que supervisan las reformas –el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea– regresar a Atenas. El Gobierno
debe consultar con esas instituciones todas las reformas relevantes antes de someterlas a consulta pública o al Parlamento.
Ajustes
Alza sobre el impuesto al consumidor (IVA) y ampliar la base de contribuyentes para incrementar los ingresos
del Estado.
del Estado.
Privatización de activos públicos
Los socios quieren más privatizaciones, incluida la red eléctrica, que Atenas ya no podrá mantener en poder del Estado.
Revisión
Las reformas múltiples al sistema de pensiones sufrirán ajustes para hacerlo fiable financieramente. El paquete refiere subir la edad de jubilación de 62 a 67 años. Aumento de las cotizaciones de los pensionistas al sistema sanitario al 6%.
Mercado laboral
Las demandas europeas incluyen un endurecimiento adicional en las leyes laborales. Los socios recomiendan “revisiones rigurosas” de la negociación colectiva,
la política industrial y los despidos colectivos. Sugieren “no volver a políticas del pasado”.
la política industrial y los despidos colectivos. Sugieren “no volver a políticas del pasado”.
Sector financiero
Es el talón de Aquiles griego. Europa pide “medidas decisivas” en los créditos con riesgo de impago.
Vía UN/www.diariorepublica.com