
La Guardia Republicana neutraliza asalto a la sede de la televisión pública y busca a los cabecillas prófugos.
Al menos trece militares han sido detenidos como resultado de la rápida acción de las fuerzas de seguridad beninesas, tras neutralizar un audaz intento de golpe de Estado que tuvo lugar en la madrugada del domingo en Cotonú, la capital económica del país. El grupo de amotinados irrumpió en las instalaciones de la Oficina de Radio y Televisión de Benín (ORTB), buscando utilizar la cadena pública como plataforma para anunciar el derrocamiento del presidente Patrice Talon.
Fuentes militares confirmaron a EFE que la operación para reducir a los golpistas fue exitosa, logrando la captura de una docena de miembros activos de las fuerzas armadas, además de un exsoldado que había sido dado de baja previamente.
«La situación en la ORTB fue rápidamente controlada por unidades de élite de la Guardia Republicana. El objetivo de los asaltantes era claro: tomar el control de los medios para difundir un mensaje sedicioso. Afortunadamente, nuestro personal reaccionó con profesionalismo y determinación,» señaló una fuente militar bajo condición de anonimato.
Cabecillas prófugos: Búsqueda activa del Teniente Coronel Tigri
A pesar del éxito de la operación de contención, las autoridades han lanzado una búsqueda a gran escala para dar con los principales líderes de la asonada. El foco de la persecución es el teniente coronel Pascal Tigri, identificado como el cabecilla que dirigió la incursión armada en la sede de la televisión. Se presume que Tigri, junto con al menos otro miembro clave del grupo, logró evadir la captura durante el enfrentamiento con la Guardia Republicana.
El intento de golpe, que sorprendió a la nación en la tranquilidad de la madrugada, pone de relieve las tensiones políticas y los desafíos de seguridad que persisten en la región de África Occidental, conocida por su historial de inestabilidad y asonadas militares. Este suceso marca el primer intento serio de desestabilización contra el régimen del presidente Talon, quien asumió el poder por primera vez en 2016 y ha impulsado una serie de reformas económicas y políticas.
Restablecimiento del orden y reacción política
Tras el asalto, las inmediaciones de la ORTB y puntos estratégicos de Cotonú fueron acordonados. La presencia militar en la capital se ha intensificado para asegurar que no existan células de apoyo activas ni otros focos de resistencia. Los medios locales informaron que, a primera hora de la mañana, la cadena pública pudo reanudar sus transmisiones habituales, lo que sirvió como un mensaje de normalidad y control por parte del gobierno.
Se espera que en las próximas horas el Gobierno de Benín emita un comunicado oficial para detallar los pormenores del intento de golpe, la identidad de los detenidos y las medidas que se tomarán para llevar a los responsables ante la justicia. La comunidad internacional, atenta a los acontecimientos en África Occidental, seguramente condenará este ataque a la institucionalidad democrática.
Este incidente subraya la fragilidad de la estabilidad en Benín y plantea interrogantes sobre la lealtad y cohesión dentro de las propias fuerzas armadas. El éxito en la detención de la mayoría de los asaltantes es un triunfo para las fuerzas leales, pero la huida de Tigri representa un desafío persistente para la seguridad nacional. Las autoridades han instado a la población a mantener la calma y colaborar con las fuerzas del orden mientras se esclarecen todos los detalles de esta amenaza a la República.
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