
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, sostuvo una conversación «larga, franca y constructiva» la noche de este lunes 20 de octubre con el encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Bogotá, John T. McNamara. La reunión, que marca el primer intento de diálogo directo, busca resolver la escalada de tensión diplomática causada por las críticas de Petro a las operaciones militares en el Caribe y la suspensión de la ayuda financiera anunciada por el presidente Donald Trump.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia confirmó este martes 21 que, en el encuentro, al que asistió también el embajador colombiano en Washington, Daniel García-Peña, ambos países coincidieron en mantener nuevas reuniones con el objetivo de llegar a una pronta solución al actual impasse.
La crisis se disparó el pasado domingo 19, cuando Trump anunció en su red Truth Social el fin de la ayuda financiera a Colombia por supuesta inacción en la lucha antidrogas, acusando a Petro de ser «un líder del narcotráfico». Adicionalmente, Trump señaló la posibilidad de imponer aranceles adicionales a los productos colombianos, una amenaza que encendió las alarmas en los gremios productivos.
Respecto al tema de los aranceles, el comunicado de la Cancillería indicó que el encargado de Negocios McNamara «dejó claro que se trata de una decisión que le corresponde exclusivamente al presidente Trump.»
La reunión sirvió para que Petro expresara su malestar por el desconocimiento de los logros de su gobierno en la lucha contra el narcotráfico. El presidente colombiano subrayó que su administración es la que «más ha incautado, no solamente en volumen, sino en relación al crecimiento de los cultivos de hojas de coca.»
Un punto clave en la discusión fue la metodología de medición de cultivos ilícitos. Petro reiteró la importancia de que EE. UU. se base en «cifras reales», recordando que la comisión de investigación utilizada para medir el potencial de producción por hectárea tuvo «errores que no fueron corregidos», algo reconocido por Naciones Unidas.
A pesar del informe de la Unodc de 2024, que señalaba un récord de 253.000 hectáreas de coca, el comunicado de la Cancillería subrayó que los altos funcionarios «ratificaron el compromiso de ambas partes en mejorar las estrategias de lucha antidrogas» y que estos esfuerzos deben seguir haciéndose de manera coordinada.
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